La obesidad, la diabetes y la hipertensión son factores de riesgo modificables que contribuyen a disminuir el riesgo de tener una enfermedad cardiovascular. La Fundación Española del Corazón explica que un estilo de vida saludable, donde se prioricen pautas de alimentación sanas, es necesario para mantener un cuerpo sano y evitar afecciones relacionadas con el corazón.
Dentro de estas pautas, la entidad destaca el consumo de aceite de oliva virgen. “El consumo de aceite de oliva es una buena alternativa en el consumo de grasas, puesto que se trata de un ácido graso monoinsaturado, que ha demostrado que disminuye los niveles de colesterol total”, apunta la Dra. Sanz, en el sitio web de la Fundación Española del Corazón.
Adicionalmente, la experta agrega que “es conveniente que las grasas que se ingieran sean de este tipo, en lugar de las grasas saturadas, ya que aumentan los niveles de colesterol y, por lo tanto, de riesgo cardiovascular”.
En ese mismo sentido este producto de cocina se destaca por ser rico en antioxidantes. El portal web especializado en salud y cuidado personal Mejor con Salud señala que también contiene otros nutrientes que “pueden ayudar a reforzar la actividad del sistema inmunitario. Por ello, hay quienes lo consumen con regularidad para mantener (o mejorar, según sea el caso) su salud. Por supuesto, siempre en el marco de una dieta saludable, ya que de lo contrario no es posible apreciar beneficios”.
¿Cuáles son las grasas saludables que deben incluirse en la alimentación diaria?
Los expertos de Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, señalan que es muy importante elegir grasas saludables para mantener un corazón sano. Sobre esto, explican lo siguiente:
Grasas que se recomiendan incluir:
- Aceite de oliva.
- Aceite vegetal y de nuez.
- Margarina, sin grasas trans.
- Margarina que reduce el colesterol, como Benecol, Promise Activ o Smart Balance.
- Frutos secos, semillas.
- Palta (aguacate).
Grasas que se recomiendan limitar:
- Mantequilla.
- Manteca.
- Grasa de tocino.
- Salsa espesa.
- Salsa de crema de leche.
- Sustituto de crema de leche sin lácteos.
- Margarina y grasa hidrogenadas.
- Manteca de cacao, que se encuentra en el chocolate.
- Aceites de coco, de palma, de algodón y de palmiste.
¿Por qué es peligroso tener el colesterol elevado?
El cuerpo del ser humano necesita cierta cantidad de colesterol para funcionar de manera correcta. Sin embargo, cuando estos niveles de grasa en la sangre son elevados, se pueden pegar en las paredes de las arterias, estrechándolas y llegar a bloquearlas. Esto es lo que pone en peligro al organismo, porque aumenta el riesgo de padecer enfermedad de las arterias coronarias y otras enfermedades relacionadas con el corazón como un ataque cardíaco, explica Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
El colesterol elevado no suele causar síntomas en las personas. Por eso, es recomendable consultar regularmente a un médico para realizar pruebas de sangre.
Al momento de realizarse pruebas médicas sobre los niveles de colesterol en la sangre, el documento indicará varios tipos de colesterol.
- Colesterol total: Cantidad total de colesterol en la sangre. Incluye ambos tipos: El colesterol de lipoproteína de baja densidad (LDL, por su sigla en inglés) y el colesterol de lipoproteína de alta densidad (HDL, por su sigla en inglés)
- Colesterol malo (LDL): El que se acumula en sus arterias y las obstruye
- Colesterol bueno (HDL): Ayuda a eliminar el colesterol de sus arterias
- No-HDL: Este número es su colesterol total menos su colesterol bueno (HDL). Su colesterol no-HDL incluye el colesterol malo (LDL) y otros tipos de colesterol, como la lipoproteína de muy baja densidad (VLDL)
- Triglicéridos: Otro tipo de grasa en su sangre que puede aumentar su riesgo de enfermedad cardíaca (del corazón), especialmente en mujeres.