La enfermedad cardíaca o del corazón es un término general que incluye muchos tipos de problemas de este órgano y de los vasos sanguíneos.

La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos asegura que hay diversos tipos de enfermedades del corazón, entre ellas las cardiopatías congénitas que se nace con ellas y otras que se desarrollan con el transcurso de los años.

Los expertos de esta institución señalan que la enfermedad de las arterias coronarias es la más común y ocurre lentamente con el tiempo debido a que una sustancia pegajosa llamada placa se acumula en las arterias que suministran sangre al músculo cardíaco. “La placa estrecha o bloquea el flujo de sangre al músculo cardíaco y puede provocar otros problemas cardíacos”, precisan.

En la lista de padecimientos por esta situación se encuentra la angina, un dolor en el pecho por falta de flujo sanguíneo; el ataque cardíaco, que se presenta cuando parte del músculo cardíaco muere debido a la pérdida de flujo sanguíneo; la insuficiencia cardíaca, que se da cuando el corazón no puede bombear suficiente sangre para satisfacer las necesidades del cuerpo y la arritmia, un problema que se presenta en la frecuencia o el ritmo de los latidos del corazón.

Los especialistas aseguran que las causas de las enfermedades del corazón están muy relacionadas con el tipo de enfermedad. Algunas razones posibles incluyen el estilo de vida, la genética, las infecciones, los medicamentos y otras enfermedades.

Además, hay algunos factores de riesgo que hacen que unas personas sean más susceptibles que otras a enfrentar este padecimiento. Por ejemplo, la edad, el sexo, antecedentes familiares y genética, estilo de vida o tener otras afecciones médicas como hipertensión, niveles de colesterol altos, diabetes, obesidad, enfermedades autoinmunes e inflamatorias y problemas renales crónicos, entre otras.

Alimentación, la clave

Llevar una dieta balanceada es clave para evitar que se desarrollen enfermedades del corazón y uno de los alimentos recomendados para incluir en la misma son las nueces. Información del instituto Mayo Clinic asegura que, en general, los frutos secos contienen ácidos grasos insaturados y otros nutrientes que son favorables para la salud del organismo. Sin embargo, también es importante tener claro que poseen un alto contenido calórico, así que es importante limitar las porciones.

Mayo Clinic dice que los análisis científicos han determinado que las personas que están en riesgo de un ataque cardíaco pueden reducirlo al consumir una dieta saludable que incluya nueces, debido a que ayudan a bajar los niveles de colesterol y triglicéridos de lipoproteína de baja densidad (LDL o “malo”), mejoran la salud del revestimiento de las arterias, disminuyen los niveles de inflamación relacionados con la enfermedad cardíaca y reducen el riesgo de presentar coágulos sanguíneos, que pueden derivar en ataque cardíaco y hasta la muerte.

La Asociación Estadounidense del Corazón recomienda la ingesta de unas cuatro porciones de nueces sin sal a la semana. Lo ideal es elegir aquellas crudas o tostadas en seco en lugar de las que son cocidas en aceite. “Una porción es un puñado pequeño (1,5 onzas) de nueces enteras o dos cucharadas de mantequilla de nuez”, recomienda esta institución.

La Fundación Española del Corazón destaca el hecho de que sea un alimento rico en proteínas, ácidos grasos omega-3 y fibra insuloble. “Tan solo hay que seguir una regla para que aporten los beneficios que se les atribuyen: consumir la ración diaria recomendada por los expertos”, indica.

Si bien se trata de un alimento favorable, los especialistas también aclaran que no es milagroso y por ello comer solo nueces y no reducir las grasas saturadas que se encuentran en muchos productos lácteos y cárnicos no le harán ningún bien al corazón. Lo ideal es incluir estos alimentos en el marco de una dieta equilibrada.