Muchas personas que buscan una solución rápida para bajar de peso acuden al ayuno, el cual consiste en la abstinencia voluntaria del consumo de alimentos por un periodo determinado. Esta práctica no solamente es utilizada por personas que quieran disminuir su peso, desde hace muchos años es una práctica religiosa para quienes buscan una renovación a nivel espiritual.

Existen distintos tipos de ayuno. Según el portal web Cuerpo y Mente, hay cinco clases. El primero se denomina ayuno largo, y es en el que se elimina la mayoría de calorías provenientes de la alimentación sólida y se consumen únicamente líquidos por semanas o meses.

El ayuno de días alternos, como su nombre lo indica, es en el que un día se hace ingesta de alimentos y al siguiente no. También está el ayuno periódico, el cual suele ser un ayuno de un día a la semana. Le sigue el ayuno de zumos, que se trata de una restricción de alimentos en donde solo se toman zumos frescos de frutas y verduras.

Finalmente, está el ayuno intermitente, que es uno de los más comunes y consiste en eliminar todos los alimentos por periodos que arrancan desde las 12 horas y van hasta las 18. “La mayoría de las personas que realizan ayunos intermitentes suelen poner horarios específicos en los que consumen alimentos y el resto del tiempo ayunan” indica Cuerpo y Mente.

Este último tipo de ayuno es utilizado con mucha frecuencia por personas que quieren adelgazar rápidamente, pues consideran que es una de las maneras más eficaces. Cuerpo y Mente menciona que un estudio de la Universidad de Illinois en Chicago asegura que el ayuno intermitente no solamente puede producir una perdida de peso significativa, sino que “puede favorecer la salud metabólica en personas que tienen obesidad”.

A su vez, quienes usen esta medida puede que mejoren los niveles de colesterol y la presión arterial.

El ayuno intermitente es uno de los más comunes y consiste en eliminar todos los alimentos por periodos de 12 horas o más. | Foto: Copyright Dazeley

El análisis publicado en Annual Review of Nutrition detalla más de 25 estudios de investigación que involucran tres tipos de ayuno intermitente. Uno se trata del 5:2, esto quiere decir que se consumen alimentos durante cinco días, alternando con dos días de ayuno por semana. Otro es el ayuno con restricción de tiempo, en el cual se limita la alimentación a un número específico de horas por días sin ninguna restricción. El último consiste en alternar un día de comida normal con un día en el que solo se consuman 500 calorías y en una sola comida.

Se ha demostrado que las personas que ayunan en días alternos pueden llegar a perder del 3 % al 8 % del peso corporal durante un máximo de resultados a 12 semanas. A su vez, el estudio ha demostrado que quien usan esta forma de ayuno no consumen alimentos en gran cantidad los días que les corresponde alimentarse, ya que con el tiempo se consigue engañar al cuerpo.

Del mismo modo, Cuerpo y Mente señala que Krista Varady, principal investigadora del estudio Beneficios cardiometabólicos del ayuno intermitente, asegura que su análisis ha demostrado que el ayuno intermitente tiene una repercusión bastante positiva en la salud cardiometabólica.

A tener en cuenta

El ayuno implica tener una condición física estable, ya que está contraindicado en personas que sufren de diabetes 1, insuficiencia hepática o renal. Según Varady, profesora de nutrición en la Facultad de Ciencias Aplicadas de la Salud de la UIC, existen otras personas con condiciones específicas que no deben practicar ninguna clase de ayuno.

Se trata de las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, niños menores de 12 años, personas con antecedentes de trastornos alimenticios y personas que necesiten tomar medicamentos con alimentos en horarios determinados.