Durante las temporadas de lluvias que azotan al país, las afecciones respiratorias tienden a ser más frecuentes. La gripe y el resfriado son dos de las infecciones más comunes que suelen presentarse en cualquier época del año, pero aumentan significativamente con las bajas temperaturas.
La gripe se trata de un malestar que afecta a la nariz, la garganta, los pulmones, así como en algunos casos puede generar dolencias en el cuerpo. Esta afección, según explica Medline Plus, es causada por un virus de la influenza, que se suele contraer con la inhalación de gotas en el aire por medio de la tos o los estornudos de una persona resfriada.
Otra forma de contagiarse es a través del tacto, cuando una persona sana toca superficies que contengan el virus, como mesas, sillas, puertas, entre otras, y luego lleva sus manos a la boca, nariz u ojos.
Aunque en ocasiones se presenta con un malestar similar, el resfriado no es lo mismo que la gripe. Este primero se caracteriza por ocurrir con mayor frecuencia, inclusive varias veces al año, mientras que la gripe ocurre por lo general solo una vez en varios años.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, entre los síntomas más comunes de la gripe se encuentran la fiebre, la tos seca, dolor de garganta, secreción nasal o congestión, así como dolores musculares articulares.
No obstante, teniendo en cuenta que las epidemias de gripe pueden presentarse de forma estacional en algunas regiones, durante las épocas de inverno, es posible prevenirlas mediante algunas medidas básicas de cuidado, como señala la OMS.
Según la organización, existen algunas precauciones que se pueden tomar, siendo la vacunación la principal de ellas. La recomendación está sobre todo dirigida a los niños entre seis meses y cinco años, los adultos mayores, los pacientes de enfermedades crónicas, las mujeres embarazadas, además del personal médico que está en constante contacto con estos casos.
El lavado de manos es otra medida fundamental, ya que no solo ayudan a prevenir el contagio de la gripe, sino también de otras infecciones. Sin duda, este es uno de los pasos básicos de una correcta higiene.
Para una buena limpieza, se aconseja lavar las manos con jabón y agua o, en su defecto, se puede utilizar una solución con alcohol para desinfectarlas, sugiere la Organización Mundial para la Salud.
No tocar la zona del rostro, especialmente los ojos, la nariz y la boca, menos con las manos sucias. Si es necesario, se recomienda tocarse la cara con un pañuelo de papel o lavarse correctamente las manos antes de hacerlo.
Entre los consejos entregados por la entidad, se señalan dos últimos: evitar el contacto con personas contagiadas de gripe, ya que este virus tiende a propagarse fácilmente; en ese mismo sentido, una segunda recomendación es quedarse en casa cuando se tiene síntomas de gripe, para no poner en riesgo a otras personas.
Batido de frutas para la época de frío
Sumado a las medidas ya mencionadas, los profesionales de la salud insisten en la importancia de la alimentación para preservar el buen estado de salud del organismo. Inclusive, se han destacado las propiedades de diversos alimentos, como las frutas, por su aporte vitamínico que contribuye a fortalecer las defensas.
De acuerdo con el portal sobre nutrición Cuerpo Mente, una de las frutas que se caracterizan por sus beneficios durante las épocas de frío es la naranja. Su jugo contiene una significativa cantidad de vitamina C, un compuesto ideal para prevenir las infecciones respiratorias, además de que favorece la absorción del hierro, el calcio y el fósforo.
Combinada con otras frutas, se puede disfrutar como un batido que aporte una cantidad de nutrientes que refuercen el organismo y permitan su correcto funcionamiento.
Ingredientes
- Tres rodajas de piña natural
- Dos naranjas de zumo
- Jengibre en polvo
- Una cucharada de semillas de chía
Preparación
- Lo primero es lavar muy bien las frutas. Luego pelar la piña y cortar las rodajas en trozos medianos sin retirarles el corazón.
- Agregar los trozos previamente cortados en la licuadora, junto al zumo de las dos naranjas, un poco de jengibre en polvo y la cucharada de semillas de chía. Licuar todos los ingredientes durante un minuto.
- En caso de que tenga una consistencia muy espesa, se puede añadir un poco de agua o el zumo de medio limón para lograr una consistencia más ligera.