Este domingo se supo que la actriz colombo-argentina Lorena Meritano, de 45 años, se someterá a una cirugía para extirpar su seno izquierdo, sus ovarios y las trompas de Falopio con el fin de eliminar el riesgo de padecer un segundo cáncer. Meritano ya había tenido un tumor en su seno derecho del cual se curó luego de dos años de lucha. Su cáncer estaba asociado a mutaciones en el gen BRCA y, como se sabe, el 50 % de las mujeres que heredan esta alteración tienen altas probabilidades de desarrollar un segundo tumor en el otro seno o en los ovarios. Meritano siguió el ejemplo de Angelina Jolie, quien en 2013 reveló al mundo que se había hecho la doble mastectomía. Fue tal el impacto de su mensaje que solo en Estados Unidos aumentó la demanda de la cirugía entre un 50 y 60 %. De ahí el nombre de ‘efecto Angelina Jolie’. “Quería que otras mujeres en riesgo tuvieran conocimiento de las opciones disponibles”, señaló la actriz en una carta publicada en el diario The New York Times. Este tipo de cirugías profilácticas buscan prevenir el cáncer en personas que tengan antecedentes familiares o de evitar un segundo tumor en los pacientes con las mutaciones en los genes BRCA, como es el caso de Meritano y Jolie. Cuando no tienen alteraciones, el BRCA1 y BRCA2 son genes que producen proteínas supresoras de tumores y reparan el ADN dañado en una persona. Pero cuando se presenta la mutación se desestabiliza el material genético de las células, lo que puede promover el cáncer. Sin embargo, apenas el 10 % de los casos de cáncer de seno se deben a factores hereditarios como este. Según Ramiro Sánchez, mastólogo y director científico de la Clínica del Seno en Bogotá, “solo en los casos donde hay una alteración genética tan puntual, el tratamiento podría ser realmente importante ya que el riesgo disminuye 95 por ciento. Si no tiene el BRCA, la probabilidad se reduce solo del 10 al 12 %”, dijo a Semana.com. Y aunque el procedimiento puede mejorar la calidad de vida con miras al futuro, el riesgo no desaparece por completo. Eso lo sabe Angelina Jolie quien afirmó en su momento que “no se pueden eliminar todos los riesgos y es un hecho que sigo siendo propensa a padecer cáncer”. El precio de reducir el riesgo es alto pues la cirugía puede tener implicaciones psicológicas dado que la paciente pierde un órgano sexual y la capacidad de tener hijos. Por eso es importante tomar la decisión luego de consultar la opinión de uno o varios especialistas. “No son cirugías obligatorias, sino una decisión personal, ¡y ya no quiero arriesgarme a dormir con el enemigo!”, señaló Lorena Meritano a la revista TV Notas de México cuando reveló que se sometería a dicha cirugía. Meritano señaló, además, que le pondrán prótesis en el seno derecho, el cual perdió hace dos años porque el cáncer era muy agresivo, y también en su seno izquierdo. “Ya más adelante me harán los pezones. Ese día me quitarán los ovarios y las trompas”, dijo en su entrevista con TV Notas. Sánchez afirma que algunas mujeres se someten a este tipo de mutilaciones por lo que él llama como ‘cancerofobia’, es decir, miedo a padecer esta enfermedad para la cual no se ha encontrado cura. Pero lo más recomendado es hacerlo cuando sea estrictamente necesario. Este tipo de procedimientos quirúrgicos solo sirven a las mujeres que tengan varios antecedentes de muerte por cáncer en sus familias o que tengan la mutación BRCA, como es el caso de Jolie y Meritano. Para eso deben someterse a una prueba de ADN mediante una muestra de sangre o de saliva. Los grupos de apoyo también pueden ser importantes ante estas situaciones, pues antes de tomar una decisión tan importante es clave que las pacientes estén rodeadas de mujeres que hayan vivido experiencias similares. “No es fácil tomar estas decisiones, pero sí es posible asumir el control y enfrentar sin titubeos cualquier problema de salud. Pueden buscar asesoría, informarse sobre las opciones y elegir la que sea adecuada para ustedes. Saber es poder”, concluye Jolie.