La gastritis ocurre cuando el revestimiento del estómago resulta hinchado o inflamado y puede durar solo por un corto tiempo (gastritis aguda), pero también puede perdurar durante meses o años (gastritis crónica), de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

Allí, también explican que las causas más comunes son: el consumo de ciertos medicamentos como el ácido acetilsalicílico (aspirina), el ibuprofeno o naproxeno y otros fármacos similares; el consumo excesivo de alcohol o una infección del estómago con una bacteria llamada helicobácter pylori.

Además, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, explicó que los signos y síntomas de la gastritis son:

  • Náuseas.
  • Vómitos.
  • Sensación de saciedad en la parte superior del abdomen después de haber comido.

No obstante, la gastritis no siempre provoca signos y síntomas.

Por su parte, el tránsito intestinal el proceso digestivo que comienza en la boca por donde se consume el alimento, luego pasa al estómago y llega a los intestinos donde se desecha lo que no sirve.

Así las cosas, la farmacia-bio de medicina natural reveló que el centeno es ideal para controlar la gastritis y regular el tránsito intestinal, ya que es buena fuente de fibras, proteínas y carbohidratos de absorción lenta. Además, es rico en vitamina B, fósforo, hierro y calcio.

Respecto al consumo, indico que se puede consumir en grano, en harina, en agua, o en copos.

De todos modos, antes de consumir algún alimento lo primero que hay que hacer es consultar al médico tratante o a un nutricionista para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona, pues las anteriores recomendaciones no son las indicadas para todas las personas, ya que la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.

Por su parte, si una persona es diagnosticada con gastritis puede realizar cambios en el estilo de vida que ayudan a sentir un poco de alivio, como:

  • Comer porciones pequeñas con más frecuencia. Si se tiene indigestión frecuentemente, comer porciones pequeñas de comida más seguido puede aliviar los efectos del ácido estomacal.
  • Evitar los alimentos irritantes. Especialmente aquellos picantes, ácidos, fritos o grasosos.
  • Evitar el alcohol. Este puede irritar la membrana mucosa del estómago.
  • Cambiar de analgésicos. Si regularmente se toman analgésicos que aumentan el riesgo de tener gastritis, preguntarle al médico.

De otro lado, para tener un buen tránsito intestinal se puede:

  • Hacer ejercicio: las nuevas directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan por lo menos de 150 a 300 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada o vigorosa por semana, para todos los adultos, incluidas las personas que viven con afecciones crónicas o discapacidad, y un promedio de 60 minutos al día para los niños y adolescentes.
  • Cuando se sienta el impulso de defecar, no pasarlo por alto y hacerlo en el momento. Adicional, es importante procurar establecer horarios regulares para evacuar el intestino, especialmente después de una comida.
  • Masticar bien: es recomendable masticar los alimentos entre 30 y 50 veces por bocado.
  • Comer al menos cuatro porciones de vegetales y tres porciones de frutas diariamente.
  • Eliminar los alimentos que ocasionan gases e inflamación: entre los alimentos que más causan gases se encuentran los frijoles, guisantes, lentejas, repollo, cebollas, brócoli, coliflor, alimentos integrales, hongos, ciertas frutas y cerveza y otras bebidas con gas.