El colesterol es una sustancia parecida a la grasa que está presente en todas las células del cuerpo. Cumple diversas funciones como ayudar a producir hormonas, vitamina D y sustancias que contribuyen a digerir los alimentos.
Normalmente, el organismo produce todo el colesterol que necesita; sin embargo, algunos alimentos de origen animal, como las yemas de huevo, la carne y el queso también lo aportan. En niveles normales, este lípido no debe generar ningún tipo de preocupación, pues, como ya se mencionó, cumple con unas tareas clave para el organismo.
Sin embargo, si sus niveles se elevan, es posible que genere complicaciones cardíacas, debido a que puede combinarse con otras sustancias y formar placa que se pega a las paredes de los vasos sanguíneos. Cuando esto se presenta se llama arterioesclerosis y con el tiempo puede derivar en enfermedad de las arterias coronarias, porque interfiere en el flujo normal de la sangre.
Existen dos tipos de colesterol. El HDL, conocido como bueno, y el LDL, al que también se le llama malo. El primero, que se alía con lipoproteínas buenas, se encarga de transportar las mencionadas grasas al hígado, órgano que las elimina del cuerpo. Por su parte, el LDL, que son lipoproteínas de baja densidad, genera una acumulación de placa en las arterias, explica la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
La mejor forma de evitar que el colesterol se eleve es con la ingesta de una alimentación saludable y en ella no pueden faltar las frutas y verduras, los cereales integrales, las proteínas magras y mucha hidratación, además de ejercicio físico.
Una de las primeras recomendaciones de los especialistas para mantener bajo control estos lípidos es comer una dieta que sea saludable para el corazón. Por ejemplo, uno de los consejos es reducir las grasas saturadas, las cuales se encuentran principalmente en las carnes rojas y los productos lácteos enteros. También eliminar las grasas trans.
Esto debe complementarse con el consumo de alimentos ricos en ácidos grasos omega-3, que no afectan el colesterol LDL, pero tienen otros beneficios para la salud del corazón, entre ellos la disminución de la presión arterial. Aquí se incluyen el salmón, la caballa, el arenque, las nueces y las semillas de linaza.
Según el instituto de investigación Mayo Clinic, también se debe aumentar la ingesta de fibra soluble, ya que puede reducir la absorción del colesterol en el torrente sanguíneo. Este es un nutriente que encuentra en alimentos como la avena, fríjoles, coles de bruselas, manzanas y peras.
Precisamente, la avena es uno de los productos más recomendados en la alimentación para controlar el colesterol. Según un artículo publicado por la Asociación Americana del Corazón, titulado: Take a fresh look at oatmeal – it’s not as simple as you think, este es un alimento que tiene muchas cualidades y hay diversos análisis que han relacionado con las hojuelas de avena y a la avena misma con beneficios para el corazón, como reducción del colesterol (ambos el colesterol total y el colesterol LDL “malo”) y ayuda en el control del peso.
Así mismo, el estudio “Effects of oat beta-glucan intake on blood cholesterol: a review”, determina actualmente que existen numerosos alimentos funcionales para reducir las cifras de colesterol sanguíneo, entre los que se incluyen los que contienen betaglucano, como la avena.
“Las agencias de seguridad alimentaria de muchos países han aprobado alegaciones de salud en relación con el papel de la fibra soluble de los alimentos con avena o del betaglucano de la misma en la reducción del colesterol en sangre”, precisa la mencionada investigación.
De igual forma, el Joint Health Claims Initiative del Reino Unido reconoce la importancia de incluir el betaglucano de avena en la dieta de la población para ayudar a disminuir el colesterol en sangre y el riesgo de enfermedad coronaria.
Otros aspectos a tener en cuenta para bajar el colesterol
Hacer ejercicio la mayoría de días de la semana es una opción saludable. La actividad física moderada ayuda a aumentar las lipoproteínas de alta densidad (colesterol HDL), el colesterol “bueno”. De igual forma, es importante dejar de fumar.
Otra acción fundamental es bajar de peso. Unos kilos adicionales, aunque sean pocos, contribuyen al desarrollo de colesterol alto. Los cambios pequeños suman. Si la persona consume bebidas azucaradas, lo ideal es reemplazarlas por agua, por ejemplo.
Referencias científicas:
Effects of oat beta-glucan intake on blood cholesterol: a review
Take a fresh look at oatmeal – it’s not as simple as you think