La memoria puede verse afectada por la llegada del envejecimiento o cuando un paciente es diagnosticado con alguna enfermedad que la afecta de manera directa. Según la biblioteca de salud y medicina de los Estados Unidos Medlineplus, cada día se aprende nueva información y se viven diferentes experiencias, allí es cuando el cerebro debe determinar que conserva y que no, ya que no puede guardar toda la información.
“La memoria es el proceso de almacenamiento para luego recordar esa información. Hay diferentes tipos de memoria. La memoria de corto plazo almacena información por unos pocos segundos o minutos; la memoria de largo plazo la almacena por un período más largo de tiempo”.
El medio explica que es normal olvidar cierto tipo de cosas como donde se dejaron las llaves o el nombre de alguna persona, sin embargo, cuando un individuo con edad avanzada olvida cosas con frecuencia, más que otros pacientes de la misma edad, es posible que tenga un deterioro cognitivo leve.
Cabe mencionar que cuando un paciente de edad avanzada olvida como usar su dispositivo móvil o como regresar a su casa, ya está siendo afectado por una enfermedad más avanzada que requiere de la valoración de un profesional de la salud de inmediato.
Los profesionales de la salud mencionan con frecuencia la importancia de llevar un plan de alimentación sano y equilibrado que contenga alimentos de todos los grupos con el fin de prevenir enfermedades neurodegenerativas y otras de otro tipo.
La dieta mediterránea es la que más se acerca a un plan de alimentación óptimo para cuidar de la salud del cerebro; esta es recomendada por un número significativo de neurólogos. Esta dieta, según explica Medlineplus consiste en:
- Comidas a base de vegetales, con solo pequeñas cantidades de carne de res y pollo.
- Más porciones de granos enteros, frutas, verduras frescas, nueces y legumbres.
- Mucho pescado y mariscos.
- Aceite de oliva como la fuente principal de grasa empleada para preparar los alimentos.
- Alimentos que se preparan y sazonan de manera simple, sin salsas ni jugos de la carne.
En medio de este plan nutricional se encuentran los alimentos ricos en fibra, no en vano una investigación que se llevó a cabo por profesionales de la Universidad de Barcelona (UB) y el CIBER de Fragilidad y Envejecimiento (CIBERFES) revelaron que la ingesta frecuente de este compuesto puede prevenir el deterioro cognitivo.
Para llevar a cabo este estudio se analizó, durante 15 años, la dieta de 1.139 personas de 65 años o más. Cabe mencionar que algunos pacientes cuentan con un gen que se denomina apolipoproteína E, por lo general se encuentra en pacientes mayores y portarlo los pone en riesgo de desarrollar enfermedades como el Alzheimer. Consumir fibra dentro de un plan de alimentación sano y equilibrado puede evitar que se desencadenen esta y otras enfermedades que afectan de manera directa la salud del cerebro.
La mejor arma hasta el momento descubiertos por la ciencia para prevenir este tipo de enfermedades que afectan la memoria y la cognición de las personas es llevar un plan de alimentación sano y balanceado durante la mayor parte de la vida, donde se reduzca o incluso elimine el consumo de tabaco, bebidas alcohólicas y alimentos ultraprocesados.
“El deterioro cognitivo, precursor del desarrollo de demencia en personas mayores, es un problema de salud pública sin tratamiento, por lo que es crucial detectar factores de riesgo modificables que permitan desarrollar estrategias de prevención, entre las que la dieta ha mostrado ser una de las más eficaces”, destacó uno de los principales autores del trabajo, Tomás Meroño.