Si hay algo que no se puede prevenir en la vida es el paso del tiempo. Los años van pasando y no hay nada que los detenga sin importar nada. Con esto viene la vejez y el desgaste que viene con ella.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el mundo las personas están viviendo más tiempo que en el pasado. De hecho, la esperanza de vida es igual o mayor que los 60 años de edad. Por esta razón, en los países del mundo se viene experimentando el incremento de la población de personas mayores.
“En 2030, una de cada seis personas en el mundo tendrá 60 años o más. En ese momento, el grupo de población de 60 años o más habrá subido de 1.000 millones en 2020 a 1.400 millones. En 2050, la población mundial de personas de 60 años o más se habrá duplicado (2.100 millones). Se prevé que el número de personas de 80 años o más se triplique entre 2020 y 2050, hasta alcanzar los 426 millones”, explica la OMS.
Dicha entidad explica que a nivel biológico “el envejecimiento es el resultado de la acumulación de una gran variedad de daños moleculares y celulares a lo largo del tiempo, lo que lleva a un descenso gradual de las capacidades físicas y mentales, a un mayor riesgo de enfermedad y, en última instancia, a la muerte”.
“Más allá de los cambios biológicos, el envejecimiento suele estar asociado a otras transiciones vitales, como la jubilación, el traslado a viviendas más apropiadas y el fallecimiento de amigos y parejas”, expone la OMS. Entre las afecciones más comunes que se pueden empezar a padecer aparecen:
- La pérdida de audición.
- Las cataratas en los ojos.
- Los errores de refracción
- Los dolores de espalda y cuello.
- La osteoartritis.
- Las neumopatías obstructivas crónicas.
- La diabetes
- La depresión.
- La demencia.
El condimento que ayuda a aumentar la energía y prevenir el envejecimiento
Aunque no se puede detener el tiempo, sí se puede tener un estilo de vida saludable para que cuando se llegue a la vejez, los problemas de salud que vienen con la misma se pueden enfrentar y disminuir. Estos dependen de muchos factores, pero los buenos hábitos pueden marcar una diferencia.
Entre los factores que pueden ser determinantes para una buena salud aparece la buena alimentación. Tener una dieta balanceada, rica en nutrientes, vitaminas y minerales necesarios para el óptimo funcionamiento del cuerpo.
No existen alimentos milagrosos, pero sí con numerosas propiedades que le aportan al cuerpo. Una de estas es la páprika, una especia muy utilizada en la cocina diaria. Esta proviene del ají dulce, también llamado pimentón dulce.
Este es muy utilizado para sazonar productos como carnes o pollos. Además, se usa en papas, sopas, salsas, verduras, entre otras recetas. Al ser tan común, muchos podrían ignorar los múltiples beneficios para el cuerpo.
Entre estos aparecen propiedades antiinflamatorias, analgésicas, vitaminas del grupo B, propiedades que ayudan a la circulación de la sangre, fortalecen el sistema inmunológico, contribuyen a relajar el cuerpo, a mejorar el metabolismo y aportar energía.
Otro de sus beneficios es su aporte de antioxidantes que ayudan a prevenir el envejecimiento prematuro.
Estos, según una investigación publicada en la revista Cubana de Investigaciones Biomédicas. “Con el envejecimiento, los niveles tisulares de antioxidantes que se producen de forma natural como las vitaminas E y C, el glutatión y la catalasa se reducen y, por lo tanto, el estado antioxidante total está disminuido, por causa entre otros factores de los daños acumulados por los radicales libres con los años”.