En Colombia no hay una medición certera sobre el nivel de azúcar libre – adicionada –, que consumen las personas. Sin embargo, de acuerdo a la aproximación que hizo el equipo de investigadores de la Universidad de Whashington en San Luis y la Universidad de Sao Paulo, este sobrepasa lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que es el 10 % de la cantidad calórica diaria, pero en promedio se ingiere el 15,1 %.Se conoce como azúcar libre todo componente de azúcar, no natural, que se adiciona a los alimentos. Consumir más de los que se debe tiene consecuencias directas sobre  la salud, que se manifiesta en enfermedades como la obesidad, la diabetes tipo dos, las caries y problemas cardiovasculares.  Puede leer: En el cerebro está la clave para combatir la obesidadLo más grave es que son los niños quienes más exceden la porción diaria que aconseja esta autoridad mundial de la salud, y que no solo las gaseosas y los productos empaquetados están contribuyendo a esta elevación. Los hábitos culinarios de los colombianos también están haciendo un gran aporte.Diana Parra, doctora en salud pública y parte del equipo investigador conformado por estas dos universidades, le dijo a Semana.com que “en Colombia el problema del azúcar libre por un lado viene de los alimentos procesados, y por otro, de la gran cantidad de esta sustancia que se le adhiere a los alimentos a la hora de preparar alimentos caseros como  jugos, café o chocolate”.De acuerdo con los parámetros internacionales de nutrición la cantidad de calorías diarias que debe consumir un adulto depende de la energía que su cuerpo necesite. No obstante, en Colombia el promedio está en 1.800, es decir que máximo 180 de estas deben ser aportadas por este tipo de azúcar.  Sin embargo, según el estudio, el aporte promedio es de 274 kilocalorías.Le sugerimos leer: La importancia de que los niños no consuman tanta gaseosa¿Pero los niños sí deben comer más azúcar?No. De hecho, a quienes más se les está pasando la mano con la alimentación es a los padres, porque según este estudio, los niños son los que menos deben consumir estas azucares, contrario a lo que todos piensan. La OMS recomienda que solo el 5 % de las colorías diarias de los menores sea de azúcar libre, es decir de 3 a 4 cucharadas.Sin embargo,  esta población es la que más  ingiere esta sustancia porque consumen cereales azucarados, gaseosas, bebidas achocolatadas y empaquetados a diario. Las galletas, seguidas de las gaseosas son los productos con azúcar adicionada que más se consumen en el país, de acuerdo al estudio.Le recomendamos: Desnutrición infantil empieza en la gestación“Los niños son la población más vulnerable y la más afectada, porque si ellos desarrollan cualquiera de las enfermedades relacionadas con el consumo de azúcar, es más factible que la sigan padeciendo y que se les agudice en su vida adulta”, agregó Diana Parra.Se recomienda que las loncheras de los menores sean ricas en frutas y vegetales, con poca cantidad de empacados. Crear este hábito, según Diana Parra es fácil, siempre y cuando se haga desde muy pequeños.¿Cómo controlar el consumo de este tipo de azúcar?Colombia necesita una política que regule el consumo de azúcar libre y la información que aparece en las etiquetas de los alimentos súper procesados. Los empaques de papas, tés, gaseosas y jugos, entre otros, no muestran claridad sobre la cantidad de nutrientes que contienen, pese a que ya hay regulaciones nacionales al respecto.Tomar una gaseosa al día cumple con el porcentaje de azúcar libre  que debería consumir una persona. Sin embargo, según el estudio, las personas no son conscientes de eso y adhieren a su dieta diaria alimentos caseros o enlatados que también la contienen porque las etiquetas no son lo suficientemente claras.Le puede interesar: Bebidas y alimentos con azúcar tendrían advertencias en sus etiquetas“Lo que pasó en países como México es que a partir de políticas de regulación se disminuyó el consumo de estos productos en un 17 %, porque las personas saben qué es lo que en realidad están consumiendo. En Colombia, por ejemplo, se hace publicidad en ciertos productos diciendo que contienen menos azúcar que otros, cuando en realidad tienen casi la misma cantidad. Por eso están importante que haya una mejor regulación  en el país”, concluyó Diana Parra.