Con frecuencia, personas de cualquier edad presentan dolor de la articulación que une el hueso del muslo (fémur) y el hueso de la pierna (tibia). Las causas, el diagnóstico y el tratamiento pueden variar, pero la recomendación general es prestarle atención a los síntomas.
“No ignores un dolor de rodilla, ya que de lo contrario, puede acarrear complicaciones mayores si se trata de una lesión o una enfermedad, como un daño articular y un malestar intolerable. El tratamiento dependerá de la causa del dolor, pero hay acciones de primera etapa que pueden controlar el problema”, recomiendan desde el portal Mundo Deportivo.
Vitaminas con aportes enfocados en la rodilla
Algunas de las vitaminas que se consideran beneficiosas para el cartílago son las siguientes:
- Vitamina C: contribuye a la creación de colágeno. Y se puede encontrar en frutas cítricas como naranjas y pomelos/toronjas. También en el brócoli, las fresas, el melón, las papas horneadas y los tomates, enseñan desde el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos.
- Vitamina D: ayuda en la asimilación del calcio. Está presente en alimentos como la leche, el queso y el yogur; asimismo en vegetales como col rizada, brócoli, repollo chino; y sardinas enlatadas y salmón.
- Vitamina E: entre otras, tiene propiedades antioxidantes. Se halla en aceites vegetales de maíz, en las almendras, el maní y las semillas de girasol, entre otras.
- Vitamina K: se le relaciona con la formación de los huesos y el cartílago. Y la aportan varios alimentos como las hortalizas de hoja verde, la acelga, el perejil, la lechuga de hoja verde. Además, verduras como el brócoli, la coliflor y el repollo.
“La suplementación con vitaminas debe complementarse con una dieta equilibrada que incluya alimentos ricos en estos nutrientes. Además, primero que todo debes acudir a un profesional de la salud antes de tomar suplementos de vitaminas para determinar la dosis adecuada y evitar interacciones con otros medicamentos o condiciones médicas”, recuerdan desde Mundo Deportivo.
Insistiendo en una dieta equilibrada, también sugieren tener en cuenta el consumo de tres compuestos fundamentales:
- Lisina: proteínas animales, el queso y los frutos secos.
- Colágeno: huesos y gelatinas.
- Ácido hialurónico: hígado de bacalao, atún, pavo, entre otros.
Dolor de rodilla: las seis causas que lo producen y cómo aliviarlo
- Lesión del ligamento cruzado anterior. Esta lesión está relacionada con el desgarro de ese ligamento, que es uno de los cuatro que conectan la tibia con el fémur. Es un padecimiento frecuente en las personas que juegan fútbol u otros deportes que requieren cambios repentinos de dirección.
- Fracturas. Los huesos de la rodilla e incluso la rótula se pueden fracturar durante una caída o una colisión automovilística. Además, las personas cuyos huesos se han debilitado por la osteoporosis pueden, a veces, sufrir una fractura de rodilla simplemente por pisar mal, precisa el instituto de investigación clínica Mayo Clinic.
- Desgarro de menisco. El menisco es un cartílago gomoso y duro que actúa como amortiguador entre la tibia y el fémur. Si una persona gira la rodilla en forma repentina mientras carga peso sobre ella, puede desgarrarse ese cartílago.
4. Bursitis de la rodilla. Los expertos explican que algunas lesiones de rodilla generan inflamación en las bolsas sinoviales, que son los pequeños sacos de líquido que amortiguan la parte exterior de la articulación en esta parte de la pierna y permiten que los tendones y los ligamentos se deslicen suavemente sobre la articulación.
5. Tendinitis rotuliana. La tendinitis produce irritación e inflamación en uno o más tendones, que son los tejidos densos y fibrosos que unen los músculos a los huesos. Esta inflamación se puede presentar cuando hay una lesión en el tendón rotuliano, que se extiende desde la rótula (patela) hasta la tibia y que permite patear, correr y saltar. Quienes corren, practican esquí, hacen ciclismo o deportes y actividades que implican saltar pueden padecer tendinitis rotuliana.
6. Osteoartritis: Esta enfermedad degenerativa también es conocida como artrosis “por uso y desgaste” y es frecuente en las personas de mediana edad. Se caracteriza por generar mucho dolor en la rodilla, tener un desarrollo lento y un dolor que empeora con el paso del tiempo.