De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el 2020 se registraron casi 10 millones de muertes a causa de cáncer, siendo el de colon, recto, pulmón y mama los más comunes. Además, “cada año, cerca de 400.000 niños contraen cáncer. Aunque los tipos de cáncer más frecuentes varían en función del país, el de cuello uterino es el más habitual en 23 países”, indica.
Cabe mencionar que dentro de los factores de riesgo para el desarrollo de cáncer se encuentra una alimentación desbalanceada, y el consumo de tabaco y alcohol, sin embargo, se debe considerar otras variables que afectan.
Es entonces que el cáncer de mama es el más común, registrando para el 2020, 2, 2 millones de casos. No obstante, la OMS hace una precisión: “La mejora de los resultados es fruto de la combinación de la detección precoz y las terapias eficaces, basadas en cirugía, radioterapia y farmacoterapia”, señala.
Y aunque las mujeres son más susceptibles a padecerla, cabe aclarar que los hombres también, según la organización, “aproximadamente entre el 0,5% y el 1% de los casos de cáncer de mama afectan a varones. El tratamiento de esa enfermedad en los varones sigue los mismos principios que los que se aplican a las mujeres”.
¿Cómo se desarrolla el cáncer de mama?
El cáncer de mama es una de las afecciones que más aqueja a las mujeres, ya que de manera irregular se reproducen las células malignas.
De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) el cáncer puede originarse en cualquier parte de la mama, ya sea en el tejido conectivo, en los lobulillos y en los conductos.
Es entonces que se conoce el cáncer de mama como una enfermedad en general, pero de ella se derivan otros tipos como, el de mama inflamatorio, de mama recurrente, carcinoma ductal in situ, entre otros.
De ahí que la OMS menciona- por ejemplo, que los nódulos mamarios se pueden desarrollar sin que esto signifique cáncer, incluso menciona que “el 90% de las masas mamarias no son cancerosas. Entre las anormalidades no cancerosas del seno figuran las masas benignas como los fibroadenomas y los quistes, así como las infecciones.”
Por esto, es importante consultar con un profesional de la salud, y por ende, llevar a cabo el autoexamen para descartar o si es el caso tener un diagnóstico temprano de la enfermedad para recibir un debido tratamiento, ya que de esta manera es que los resultados pueden ser positivos por los tratamientos oportunos.
“El tratamiento del cáncer de mama puede ser sumamente eficaz, con probabilidades de supervivencia del 90% o más altas, en particular cuando la enfermedad se detecta de forma temprana”, añade.
Además, es fundamental mantener hábitos sanos que reduzcan el riesgo de cáncer como una alimentación saludable, pero ¿la soja puede incrementar el riesgo de esta enfermedad?
Relación de la soja con el cáncer de mama
Muchas son las opiniones sobre el consumo de soja y el cáncer de mama, por lo que la Clínica Mayo a través de la profesional Katherine Zeratsky, menciona que, “los estudios muestran que una alimentación de por vida rica en alimentos de soja reduce el riesgo de sufrir cáncer de mama en las mujeres”.
Explica que la soja está compuesta de fibra, proteínas e isoflavonas, pero la creencia popular señala que estas últimas guardan relación con el cáncer de mama porque son estrógenos vegetales, lo que según responde a los altos niveles de estrógenos asociados con este tipo de cáncer.
“Algunos estudios han sugerido que existe una relación entre los suplementos de soja o isoflavonas y un mayor riesgo de cáncer de mama en mujeres que tienen antecedentes familiares o personales de cáncer de mama o problemas de tiroides”, añade.
Sin embargo, la experta menciona que una ingesta moderada de soja es ideal, y no incrementa necesariamente el riesgo de cáncer de mama.