La ingesta regular de frutas y verduras es una de las decisiones más saludables que una persona puede tomar en materia de alimentación. Estos alimentos le aportan al organismo diversas vitaminas, minerales y otros nutrientes que ayudan a proteger frente al desarrollo de afecciones de salud.

Las opciones son diversas y las hay de todos los colores y sabores. Unas más dulces, otras más ácidas, pero lo cierto es que todas contribuyen con el bienestar de las personas y por ello la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la ingesta de al menos 400 gramos de frutas y verduras al día, para garantizar su aporte nutricional.

En la larga lista de alternativas está la naranja, la cual destaca por su importante contenido de fibras, vitaminas y minerales. Muchos de estos componentes le otorgan propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que, entre otras cosas, ayudan a prevenir y hacerle frente al envejecimiento prematuro, a evitar enfermedades cardiovasculares y a fortalecer el sistema inmune, indica el portal de bienestar y salud Tua Saúde.

La naranja es rica en calcio por lo que ayuda en el fortalecimiento de los huesos. | Foto: &#169 Igor Dutina/Getty Images

Vitamina C y calcio para los huesos

Una de las bondades que se le atribuyen es que su consumo regular ayuda a cuidar y fortalecer los huesos. Esto se debe a su riqueza de vitamina C y calcio que son componentes clave para proteger el sistema óseo y la dentadura, precisa el portal Cuerpo Mente.

La vitamina C es clave para reparar y mantener el cartílago, los huesos y los dientes, además de que ayuda en la absorción del hierro, precisa la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

Adicionalmente, es una fruta fuente de fósforo y magnesio, minerales fundamentales para fortalecer y aumentar la resistencia y la densidad ósea, manteniendo la salud de los huesos, lo que puede ayudar a prevenir el desarrollo de enfermedades como osteoporosis u osteopenia, por ejemplo.

Se recomienda su ingesta también para fortalecer las articulaciones y reducir la inflamación de la artritis reumatoide y la artrosis. Lo aconsejable es consumir al menos una naranja al día para obtener estos beneficios.

El zumo de naranja es una opción para el consumo de esta fruta, pero lo ideal es comerla fresca. | Foto: GettyImages

Otras bondades

También es un alimento favorable para mejorar el proceso digestivo. “La naranja es una fruta muy rica en fibras como pectina, celulosa y hemicelulosa, que ayudan en la digestión y mejoran el funcionamiento del intestino, aumentando el volumen de las heces y acelerando el tránsito intestinal, siendo de gran utilidad para combatir el estreñimiento”, asegura Tua Saúde.

De igual forma, es recomendada para fortalecer el sistema inmune gracias a que posee vitaminas A, B y C, además de ácido fólico, que estimulan la producción de glóbulos blancos, claves para prevenir y combatir infecciones.

Otros de los beneficios que se le atribuyen es que gracias a que es rica en vitamina A, esta fruta es buena para cuidar la salud de los ojos; previene la anemia por su contenido de vitamina C y mantiene los huesos saludables debido a su alto componente de minerales como el fósforo y el magnesio.

Para obtener sus beneficios, la recomendación es comer una naranja al día. | Foto: GettyImages

Aliada del corazón

Las fibras de la naranja, principalmente la pectina, ayudan a reducir el colesterol malo y los triglicéridos, que son los responsables de la formación de placas de grasa en las arterias. Estos nutrientes disminuyen la absorción de grasas provenientes de la alimentación, previniendo el riesgo de la persona desarrolle enfermedades cardiovasculares como infarto, insuficiencia cardíaca y derrame cerebral.

De igual forma, este fruto cítrico es importante fuente de potasio, que es un mineral que ayuda a aumentar la relajación de los vasos sanguíneos, permitiendo que la sangre circule con mayor facilidad, favoreciendo así la disminución de la presión arterial.

Cuerpo y Mente indica que por su efecto antioxidante, algunos estudios científicos vinculan el consumo regular de naranjas con la posibilidad de reducir el riesgo a padecer determinados tipos de cáncer, como el de estómago y el de colon. Una de las razones es que esta fruta impide que los nitritos aportados por los alimentos se transformen en nitrosaminas cancerígenas.