La muerte de un hijo siempre será un episodio doloroso, pues enfrentarse a este tipo de noticias produce reacciones de duelo complicadas que pueden generar trastornos psicológicos para los padres en cualquier etapa, siendo las muertes fetales un tema de alta relevancia, pero del que poco se habla.
Las cifras demuestran que este acontecimiento es más frecuente de lo que se cree, ya que según Unicef, cada 16 segundos se produce una muerte fetal, lo que significa que, aproximadamente, al año dos millones de bebés en el mundo nacen muertos y en Colombia se producen cerca de 37 mil casos de estos decesos.
Esta situación no solamente marca un antes y después en la vida de los padres, sino también el de las familias. Compartir la noticia de un embarazo trae consigo, en muchas ocasiones, dependiendo del caso, alegría y esperanza, pues se construye un imaginario alrededor del nuevo miembro y de esta forma, cuando ocurre el hecho fatal, los familiares entran en estado de shock, negación e impotencia, por ende, merecen ser escuchados, apoyados y comprendidos.
De hecho, en Colombia, solo 1 de cada 4 mujeres y sus familias reciben atención en salud mental luego de perder a su bebé en gestación, denotando la importancia de acompañar el duelo en sus distintas expresiones.
¿Cómo se da la muerte fetal y qué significa el duelo perinatal?
Según la Unicef, entre las causas más frecuentas de la muerte de un feto se encuentran las complicaciones durante el parto, las hemorragias previas al mismo (incluido el desprendimiento de la placenta), las complicaciones durante el embarazo, que conlleve a la restricción del crecimiento fetal y las infecciones y enfermedades maternas.
Así mismo, la salud de la madre es otro factor, pues se estima que un 10% de las muertes fetales en el mundo se presentan como resultado de la obesidad, diabetes e hipertensión; como también su edad o sus hábitos (sedentarismo, fumador activo, consumo de licor) aumentando el riesgo de enfermedades o muertes.
Ahora bien, la doctora Akemy Martínez, psicóloga de Gestión Social de la Fundación Santa Fe de Bogotá, indica que el duelo perinatal se presenta cuando hay una pérdida de un bebé desde la concepción hasta el primer año, independientemente de su diagnóstico y/o situación.
El apoyo es clave
La doctora Martínez especifica que la sociedad tiende a minimizar y a desautorizar la importancia de este sentimiento colectivo, pues no se existe una conciencia que permita con naturalidad manejar este tipo de duelo. Además, la idea es pensar un poco en las necesidades de cada miembro, pues es usual hablar de la madre y se puede caer en el error de no pensar en cómo se debe estar sintiendo el padre, los hermanos y el resto de la familia.
Sin duda, este tema es tabú, es un tema difícil de tocar y para ello se han establecido leyes como la Ley de los brazos vacíos, con la cual se busca que se obligue al Ministerio de Salud a generar estatutos, lineamientos y estrategias, en todos los prestadores de salud, de atención integral y humanizada de la muerte y el duelo gestacional y neonatal, para madres y sus familias.
¿A dónde acudir?
Finalmente, se hace énfasis en brindar a las familias atención integral mediante la compasión, la empatía y calidad, y dando respuestas a las necesidades particulares que tenga cada núcleo familiar.
Para esto, existe un grupo de profesionales de diferentes áreas que entran a estar atentos y prestar la atención necesaria, en programas como el Programa de Acompañamiento al Final de la Vida o encuentros presenciales para conmemorar y concientizar a la sociedad sobre el tema.
Igualmente, en la Fundación se guía a las familias para que puedan buscar apoyo en fundaciones, teniendo en cuenta que la mayoría de las veces cada miembro del núcleo familiar se ve afectado de una forma u otra y es complejo encontrar el apoyo en el otro. En dichas fundaciones se trabaja para crear vínculos entre grupos que están pasando por la misma situación.
“Realmente no hay palabras que puedan aliviar el dolor que una familia siente al momento de perder un hijo. En ese sentido, desde la Fundación hemos venido trabajando en conjunto con las familias para desarrollar la habilidad de la escucha y que puedan comprender que no hay un tiempo determinado para la sanación, que cada uno tiene su proceso y es válido el tiempo que quieran tomarse para aliviar la situación. El duelo perinatal implica no solo la pérdida de un hijo, implica la pérdida del rol de ser padres, de la ilusión que tiene la familia y la experiencia en general”, cierra la doctora Martínez.
*Con información de Dattis.