Cuando se sabe de un solo caso de ébola, las alarmas suenan. Este virus que produce fiebre hemorrágica no tiene cura ni una vacuna que lo prevenga y puede tener una mortalidad del 90%.
Cada cierto número de años, el ébola hace un resurgimiento en los rincones más pobres y remotos de África, enferma a unas docenas de miembros de alguna tribu, sin embargo, esta vez el virus, en vez de desvanecerse, se extiende. Por esta razón los casos que han aparecido en el país africano de Guinea no pasan inadvertidos para las organizaciones internacionales de salud ni la prensa internacional. Hasta la última actualización de este artículo, se sospecha de más de 8.000 casos y 4.400 muertes por ébola. Los casos confirmados o notificados en los primeros meses estaban en cuatro países de África Occidental: Guinea, Liberia, Malí y Sierra Leona. También llegó a la capital de Guinea, Conakry, una ciudad de 2 millones de habitantes. Los funcionarios instalan escáneres térmicos en los aeropuertos de la región con el fin de revisar a los pasajeros y detectar a los que tengan fiebre. Los médicos vestidos con trajes de protección han fracasado al momento de detener el miedo. La organización Médicos Sin Fronteras (MSF) trabajaba en el sur del país en un programa contra la malaria cuando la información surgió. De inmediato, junto con el Ministerio de Salud de Guinea, pusieron en marcha los planes para controlar la epidemia. "Un solo caso de ébola realmente ya es una epidemia", le dijo a BBC Mundo Gemma Domínguez, coordinadora de MSF en ese país. "Porque si no se hace nada, la cadena sigue". "La contagiosidad no es que sea alta, no es como hablar de una epidemia de meningitis donde hay miles y miles de personas afectadas. Pero si extrapolamos el número de casos posibles con los muertos, entonces el que está contagiado tiene muchas posibilidades de morir", agrega. Este virus se identificó por primera vez en 1976 en Sudán y la República Democrática del Congo. Desde entonces, se ha sabido de unos 2.200 casos, de los cuales 1.500 fueron mortales. Esto no quiere decir que muchos otros no hayan muerto de esta enfermedad, pero pasaron inadvertidos porque con frecuencia los brotes ocurren en comunidades donde no hay acceso a la asistencia sanitaria. Es por esto que para detener la propagación del virus varios planes se ponen en marcha al mismo tiempo. Confirmar
Una enfermera asiste a un paciente diagnosticado con ébola. Foto: OMS. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el virus es transmitido al ser humano por animales salvajes y se propaga en las poblaciones humanas por transmisión de persona a persona (contacto con sangre, secreciones o líquidos corporales de animales infectados). Los murciélagos de la fruta de la familia Pteropodidae son considerados los huéspedes naturales del ébola. La infección tiene un período de incubación de dos a 21 días. Incialmente causa fiebre intensa, dolor de cabeza y muscular; conjuntivitis y debilidad general. Estos síntomas hacen que se confunda con otras enfermedades virales. Por ello, lo primero que se debe hacer es confirmar que se trata de ébola. Esta es la primera vez que hay un brote de la enfermedad en Guinea, quizás por eso hayan pasado varias semanas antes de que se oficializara un caso. "El ébola se daba en Congo, Uganda o en regiones de África Central", señala Domínguez. La experta agrega que, además, se trata de una cepa extraña, Zaire, "y este no es su hábitat natural". "Esta cepa tiene una mortalidad muy alta. No es tanto la contagiosidad, sino la mortalidad, que es muy elevada", advierte. El virus es especialmente peligroso porque el cuerpo no lo detecta de inmediato. Según MSF, muchas veces el cuerpo reacciona cuando ya es demasiado tarde. Entonces el virus ya ha producido coágulos que obstruyen órganos vitales y causan hemorragias. Aislamiento Una vez que se ha confirmado que se trata de ébola, empieza una carrera contrarreloj de aislamiento, rastreo e información. Debido a la peligrosidad del virus, en cuanto se sospecha que una persona está infectada, debe ser aislada. "Todos los que cuidan a un paciente infectado deben usar un traje contra riesgos biológicos, guantes, máscara y lentes protectores", declaró la doctora Esther Sterk, especialista de enfermedades tropicales de MSF. La especialista también explicó que con frecuencia se instalan cámaras de descontaminación entre los pacientes aislados y el exterior. Si el paciente todavía no ha llegado a un centro sanitario, la OMS recomienda a los familiares que no entren en contacto con el enfermo. Y, si lo hacen, que utilicen algún tipo de protección. Rastreo
Virus del ébola. Foto: Wikimedia Commons. Hay que saber quiénes han estado en contacto con el virus. "Los trabajos de vigilancia epidemiológica son muy intensos", cuenta Domínguez. "Son equipos móviles que tienen que desplazarse por los pueblos y buscar dónde ha habido muertes repentinas para empezar a establecer conexiones". La experta agrega que actualmente tienen un despliegue de intervención de urgencia en Guéckédou y en Macenta, así como en la tercera ciudad afectada, Kissidougou. "Se trata de un trabajo que hay que hacer en el menor tiempo posible para poder tener una idea de la magnitud de la situación", dice. Análisis Mientras más rápido se confirmen los casos, mejor idea se tendrá de la gravedad de la situación y más eficientes serán los planes que se pongan en marcha. Es por ello que el análisis de muestras de sangre es clave. El equipo de rastreo de casos también tiene la tarea de recaudar muestras para confirmar la extensión de la epidemia. La confirmación de casos también permite delimitar geográficamente el círculo de acción del virus. Todas estas acciones se han puesto en marcha en los últimos días, con lo cual, todavía no se puede hablar de un ‘control‘ de la situación. "Ahora estamos en pleno desarrollo de todas las acciones; se están desarrollando los sistemas de alerta en ciudades donde no ha habido casos. Todo depende de la actuación que haya", explica Domínguez. Con BBC Mundo.