La actividad física, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), puede mejorar el estado muscular y cardiorrespiratorio, mejorar la salud ósea y funcional, reducir el riesgo de hipertensión, cardiopatías coronarias, accidentes cerebrovasculares, diabetes, varios tipos de cáncer (entre ellos el cáncer de mama y el de colon) y depresión, reducir el riesgo de caídas, así como de fracturas de cadera o vertebrales y, ayuda a mantener un peso corporal saludable.

Así las cosas, si el objetivo es bajar de peso, el portal de salud SuMédico reveló que el ejercicio que ayuda con ese objetivo a los 50 años es el baile, pues se pueden quemar hasta 500 calorías en una sesión de 90 minutos.

Además, al bailar, según Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, se obtienen muchos beneficios de salud mental y física, lo que incluye:

  • Mejor salud.
  • Músculos más fuertes.
  • Mejor equilibrio y coordinación.
  • Huesos más fuertes.
  • Menor riesgo de demencia.
  • Mejor memoria.
  • Más energía.
  • Mejor estado de ánimo.

Adicional, señaló que hay estilos de baile para complacer casi a cualquier persona y cualquier estado de ánimo, y algunos tipos de baile son:

  • Salsa.
  • Flamenco.
  • Baile de salón.
  • Tap.
  • Swing.
  • Square dance.
  • Contradanza.
  • Danza del vientre.
  • Línea de baile.
  • Tango.
  • Baile de jazz.
  • Ballet.
  • Danza contemporánea.
  • Hip-hop.
  • Danza folclórica.
  • Clogging (zapateado).

Por ello, la OMS sugiere realizar actividades físicas aeróbicas moderadas durante al menos 150 a 300 minutos o actividades físicas aeróbicas intensas durante al menos 75 a 150 minutos, o una combinación equivalente de actividades moderadas e intensas a lo largo de la semana.

Sin embargo, las personas se preguntan cuál es la mejor hora para hacer ejercicio y, por tal razón, los expertos aseguran que es una cuestión de preferencia, gusto y horarios.

De todos modos, varios entrenadores dijeron que el realizar alguna actividad física en la noche reduce el estrés del día y por tal motivo mejora la calidad del sueño, ya que las personas se duermen más rápido y duran más tiempo en la etapa del sueño profundo.

Pero para otros entrenadores, la mejor hora para entrenar es la mañana, puesto que no hay excusas dado que es la primera actividad del día y no se podrá aplazar por imprevistos como mucho trabajo o cansancio.

Sin embargo, uno de cada cuatro adultos no alcanza los niveles de actividad física recomendados y las mujeres son menos activas (32 %) que los hombres (23 %).

“La actividad física de cualquier tipo y de cualquier duración puede mejorar la salud y el bienestar, pero más es siempre mejor [...]; si debes pasar mucho tiempo sentado, ya sea en el trabajo o en la escuela, debes hacer más actividad física para contrarrestar los efectos nocivos del sedentarismo”, dijo el Dr. Ruediger Krech, director de Promoción de la Salud de la Organización Mundial de la Salud.

Por su parte, el ejercicio debe estar acompañado de un buen plan de alimentación que esté balanceado y, de una buena hidratación, ya que el cuerpo antes de estar bien por fuera necesita estar bien por dentro, pero es importante tener en cuenta que la composición exacta de una alimentación variada, equilibrada y saludable estará determinada por las características de cada persona (edad, sexo, hábitos de vida y grado de actividad física), el contexto cultural, los alimentos disponibles en el lugar y los hábitos alimentarios, según la OMS.

No obstante, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.