Tal como sucede con la mayoría de órganos del cuerpo, el proceso de envejecimiento genera afectaciones que impactan la calidad de vida de las personas y los ojos no son ajenos a esta realidad. Con el paso de los años la pérdida de visión se agudiza incidiendo de manera negativa en el día a día de los individuos.

Según información de la Clínica Baviera, de España, la gran mayoría de las experiencias sensoriales que las personas tienen son visuales, por lo que trabajar en el cuidado tanto de los ojos como de sus funciones es determinante.

Las afecciones en los ojos son diversas. El Instituto Nacional del Ojo de Estados Unidos indica que de ese listado hacen parte las cataratas, el astigmatismo, la retinopatía diabética, el glaucoma, el síndrome del ojo seco y el desprendimiento de retina, entre otros.

Para evitar la pérdida temprana de visión y fortalecer los ojos, es determinante la alimentación, en la cual no pueden faltar vitaminas como la C y la A y minerales tales como el selenio, zinc, hierro, potasio, calcio, fósforo, sodio y cobre, pigmentos como la luteína y la zeaxantina, y ácidos grasos como el omega-3, el aceite de oliva y el ácido fólico.

La vitamina A es uno de los nutrientes más esenciales para cuidar la salud de los ojos. De acuerdo con la Academia Americana de Oftalmología, esta vitamina tiene un rol muy importante en la visión porque para ver todo el espectro de luz, el ojo tiene que producir ciertos pigmentos para que la retina funcione correctamente.

“La deficiencia de vitamina A impide la producción de estos pigmentos, lo que ocasiona ceguera nocturna. El ojo también la requiere para nutrir otras partes como la córnea. Sin suficiente vitamina A, no puede producir la humedad para mantenerse bien lubricado”, precisa la mencionada fuente.

La mencionada entidad indica que la deficiencia de vitamina A es la principal causa de ceguera evitable en los niños. Se calcula que entre 250.000 y 500.000 menores se quedan ciegos cada año debido a esta problemática. También tiene efectos graves en mujeres embarazadas y aquellas que están en período de lactancia.

Ante esta realidad, el consumo de alimentos que contengan esta vitamina es clave para cuidar la salud de los ojos tanto en menores como en adultos. Uno de los frutos que la contiene es el tomate de árbol. La ingesta de este alimento resulta beneficiosa para un funcionamiento saludable de la superficie del ojo y también para la formación del fotoreceptor rodopsina, según información del portal Mejor con Salud, escrita por la nutricionista Ana Villarrasa.

La publicación explica que este último es de especial interés en lo que respecta a la visión nocturna, pues permite que los ojos puedan ver en condiciones de poca luz.

También se dice que esta fruta ayuda a restaurar las membranas que recubren los ojos, protegiéndolos de diversas afecciones que pueden impactarlos, además de que disminuye las probabilidades de padecer de cataratas y de que se presente degeneración macular, que es una de las causas más frecuentes de pérdida de visión, especialmente en las personas adultas.

Otros beneficios

El contenido de vitamina A, así como de la C hace que este alimento también aporte en el fortalecimiento del sistema inmune, favoreciendo el aumento de las células de defensa del organismo. Además, dice el portal de bienestar y salud Tua Saúde, que este fruto posee ácido rosmarínico, un polifenol con propiedades antivirales, antioxidantes y antibacterianas.

De otra parte, el consumo de tomate de árbol podría ayudar a regular el azúcar en la sangre, debido a su aporte de fibras, principalmente la pectina que es soluble por lo que retarda la absorción del azúcar proveniente de los alimentos a nivel intestinal. Además, se dice que su alto poder antioxidante se relacionaría con el control de la glucemia, debido a que ejerce un efecto modulador en el metabolismo de la glucosa.

Su importante aporte de fibra también favorece la pérdida de peso, gracias a que genera sensación de saciedad y aporta pocas calorías.