La almendra es un fruto seco que tiene múltiples beneficios para el cuerpo humano. Dentro de ellos se destaca sus efectos positivos para la salud cardíaca. Esto se debe a sus nutrientes y grasas saludables que posee.

“La almendra dulce presenta un alto contenido en grasas —sobre todo monoinsaturadas—, fuente de proteínas vegetales, y en menor medida, aporta hidratos de carbono. Su valor calórico es bastante elevado debido a su alto aporte de grasas y a la escasa cantidad de agua que presentan. El contenido en fibra de la almendra destaca sobre el resto de los frutos secos”, explica la Fundación Española Nutricional.

Este alimento se caracteriza por ser beneficiosa para la salud del corazón. Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación señala que las almendras y otros tipos de frutos secos pueden ayudar a mejorar el colesterol en el torrente sanguíneo.

“Un estudio reciente descubrió que una dieta complementada con nueces puede reducir el riesgo de que se presenten complicaciones cardíacas en personas con antecedentes de ataque cardíaco. Todas las nueces tienen muchas calorías, así que basta con un puñado en una ensalada o comido como un bocadillo”, indica la entidad de salud.

Sobre esa misma línea, este alimento también es saludable para los huesos y para contribuir al proceso de incremento de masa muscular. Respecto a lo primero, gracias a su elevado contenido de fósforo y calcio ayuda a fortalecer los huesos y a prevenir la osteoporosis. Sobre lo segundo, “Al ser una oleaginosa rica en proteínas, las almendras son una excelente opción, especialmente para quienes siguen una dieta vegetariana, para ayudar a ganar masa muscular. Vea una lista de otros alimentos ricos en proteínas”.

Es importante saber que la almendra debe consumirse moderadamente, pues una desventaja de los frutos secos es que tienen un alto contenido calórico. Por eso, se deben comer porciones limitadas. Para recibir una mejor asesoría sobre qué cantidad exacta ingerir según las necesidades individuales se debe consultar a un nutricionista.

Osteoporosis

De acuerdo con los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés), los huesos son importantes para el cuerpo humano, pues le dan soporte y permiten el movimiento. Asimismo “Protegen de lesiones al cerebro, al corazón y a otros órganos. Además, los huesos almacenan minerales tales como el calcio y el fósforo, los cuales nos ayudan a mantener los huesos fuertes, y los liberan a otros órganos cuando estos los necesitan para otros usos”.

El calcio es uno de los minerales más importante para los huesos, es vital para la formación y renovación ósea. Cuando el organismo no recibe calcio y vitamina D, que ayuda a la fijación de los huesos y a mantener su densidad, se pierde masa ósea, lo que puede provocar desarrollar osteoporosis, explica la entidad de salud Sanitas.

El tiempo también es uno de los factores que influye en esta enfermedad. A medida de que pasan los años el organismo está en constante renovación, desarrollando nuevos huesos y descomponiendo los viejos. Sin embargo, de acuerdo con Mayo Clinic, “cuando el cuerpo es joven, el desarrollo de huesos nuevos es más veloz que la descomposición de estos en el cuerpo, por lo que la masa ósea aumenta. Después de los 20 años, este proceso se hace más lento y la mayoría de las personas alcanzan su masa ósea máxima a los 30 años”.

Factores de riesgo

La biblioteca señala que cualquier persona puede desarrollar osteoporosis; sin embargo, hay varios factores de riesgo:

  • “El envejecimiento.
  • Ser de talla pequeña y delgada.
  • Antecedentes familiares de osteoporosis.
  • Tomar ciertos medicamentos.
  • Ser mujer de raza blanca o asiática.
  • Tener baja densidad ósea.

Según apunta Mayo Clinic, el riesgo de osteoporosis aumenta en las personas que tienen los siguientes problemas médicos:

  • Enfermedad celíaca.
  • Enfermedad intestinal inflamatoria.
  • Enfermedad renal o hepática.
  • Cáncer.
  • Mieloma múltiple.