El azúcar en la sangre, a lo que también se le conoce como glucosa, es una sustancia que proviene de los alimentos y es la principal fuente de energía del cuerpo.

Cuando sus niveles se elevan pueden derivar en una enfermedad conocida como diabetes, que con el tiempo causa serios problemas de salud, según la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos. Aunque una persona no padezca de diabetes también puede presentar inconvenientes en su organismo si el azúcar en está muy bajo o muy alto.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS), advierte que este padecimiento es una de las principales causas de ceguera, insuficiencia renal, ataques cardíacos, derrames cerebrales y amputación de miembros inferiores.

“La diabetes mal controlada aumenta las posibilidades de estas complicaciones y la mortalidad prematura. Además, las personas con diabetes tienen mayor riesgo de presentar enfermedades cardiovasculares y tuberculosis, especialmente aquellas con mal control glucémico”, precisa la mencionada fuente.

Por su parte, el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales de los Estados Unidos indica que los problemas de glucosa alta en la sangre también generan enfermedades de los riñones, problemas de los ojos, afecciones dentales y lesiones en los nervios.

Una de las formas más efectivas para controlar los niveles de glucosa en la sangre es con la ingesta de una alimentación balanceada y la práctica regular de ejercicio. En este marco, el consumo de frutos secos como las castañas son una alternativa para ayudar a regularlos.

Esto se debe a que una de sus principales propiedades es tiene un alto contenido de fibra, proteínas y carbohidratos, los cuales en este caso son de absorción lenta, por lo que no producen alteraciones de insulina en la sangre, según concluyó un estudio realizado por la Universidad de South Australia y citado por el portal Mejor con Salud.

De igual forma, la fibra de las castañas ayuda a equilibrar el azúcar y absorber lentamente los almidones, evitando picos de glucosa en la sangre, peligrosos para las personas con diabetes, precisa una publicación del medio digital Business Insider. Este fruto, según la citada fuente, tiene un valor de índice glucémico bajo, de 54.

Debido a su componente de fibra son ideales para mantener a raya el peso, ya que generan saciedad y tienen un contenido calórico más bajo que otros frutos secos, cuya proporción de grasas saludables es más alta y la de hidratos, más baja. Este es otro aspecto que ayuda a controlar la diebetes, pues el sobrepeso y la obesidad son desencadenantes de esta enfermedad.

Fortalece los huesos

Debido a su riqueza en calcio, fósforo y magnesio, este alimento contribuye para mantener en buenas condiciones el sistema óseo y ayuda a prevenir el desarrollo de enfermedades como la osteoporosis prematura, según concluye una investigación realizada por la Universidad de Iowa (Estados Unidos) y referida por Mejor con Salud. La recomendación es consumirlo como si fuera un suplemento nutricional.

Las castañas se caracterizan por ser una buena fuente de vitamina C, imprescindible para que el cuerpo pueda absorber el hierro y producir glóbulos rojos. Y este elemento también es un buen antioxidante, por lo que el consumo equilibrado de este producto ayuda a prevenir el envejecimiento. De igual forma, contiene vitaminas A y E. La primera es importante para la visión, mientras la segunda es un antioxidante que aporta en el fortalecimiento de los sistemas inmunitario y metabólico.

En cuanto a los minerales, es un producto rico en potasio, que “ayuda a la función de los nervios, a la contracción de los músculos y a que el ritmo cardíaco se mantenga constante. También permite que los nutrientes fluyan a las células”, explica la Biblioteca de Estados Unidos.