Uno de los aspectos físicos que más preocupa a las personas es el peso del cuerpo y preocupa aún más cuando hay sobrepeso u obesidad. Por ello, los especialistas en salud aconsejan -desde temprana edad- tener buenos hábitos de vida no solo para lograr el peso ideal, sino también para mitigar problemas de salud que afecten el sistema circulatorio y cardíaco.
De acuerdo con la Fundación Española del Corazón, este órgano es uno de los afectados en quienes padecen obesidad, ya que sufre una sobrecarga de trabajo y de aumento de presión porque necesita mover más sangre a más volumen de tejido, por lo que puede acabar influyendo en la capacidad del corazón de bombear la sangre de forma adecuada. Además de esto, “la obesidad multiplica las posibilidades de presentar otros factores de riesgo cardiovascular como la hipertensión arterial, niveles de colesterol elevados y diabetes mellitus, que a su vez elevan el riesgo de sufrir otras enfermedades cardiovasculares”.
Así las cosas, los expertos detallan que el organismo acumula grasa o utiliza la grasa acumulada dependiendo del balance entre la ingesta de calorías y la actividad física que se realiza. De esta manera, la obesidad se puede combatir buscando el equilibrio entre los alimentos que se consumen y el grado de ejercicio físico. Frente a esto, la fundación en mención aconseja priorizar el consumo de verduras, legumbres, frutas y cereales integrales y, a su vez, reducir tanto azúcares libres como grasas trans.
Así mismo, esto se debe combinar con una buena rutina de ejercicio, que debe incluir como mínimo entre 150 y 300 minutos semanales dedicados a una actividad física aeróbica de intensidad moderada.
Por otra parte, la Organización Mundial de la Salud aconseja consumir al día 400 gramos de fruta y verduras para tener un mejor estado de salud y tener el peso deseado. Por ello, el portal web 20 Minutos destaca las propiedades del anacardo, un fruto seco rico en ácidos grasos insaturados, que son beneficiosos para el organismo. Además de esto, contiene vitaminas B y E, aceites esenciales, grasas saludables, proteínas vegetales, fósforo, magnesio, potasio, ácido fólico y selenio que favorecen la salud del corazón.
“El anacardo es un alimento rico en grasas saludables, especialmente ácido oleico, que puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades del corazón. Además, puede ayudar a reducir el colesterol malo (LDL) y aumentar el colesterol bueno (HDL), lo que puede prevenir infartos al corazón”, indica el portal en mención.
Por otra parte, la Clínica Baviera indica que comer anacardos protege el sistema cardiovascular y previene el riesgo de sufrir enfermedades coronarias, pues es un alimento que gracias a sus nutrientes favorece el buen funcionamiento de nuestro sistema nervioso y ayuda a bajar el colesterol malo (LDL).
¿Qué cantidad de anacardos se debe consumir?
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) explica que lo ideal es comer unos 30 gramos al día de frutos secos, el equivalente a un puñado, debido a que los anacardos se destaca principalmente por su alto contenido en proteínas y fibra.
¿Cómo consumir este superalimento?
De acuerdo con Cuerpo y Mente, los anacardos se pueden preparas muchas formas:
- Después de recogerlos, los anacardos se pueden cocer al vapor para neutralizar los compuestos irritantes que se encuentran en las cáscaras. Luego, se fríen ligeramente para que sean más crujientes y apetecibles.
- Los anacardos tienen una gran afinidad con especias como la pimienta o el cardamomo y con otros ingredientes como el coco o el jengibre. Por ello, son atractivos para los cocineros orientales, especialmente de la India, que lo utilizan con frecuencia en numerosas recetas.
- Este superalimento se puede incluir en ensaladas, sobre todo si llevan manzana, escarola, zanahorias o calabaza.
- Los anacardos pueden enriquecer también platos con arroz, cuscús, salteados con espinacas y otro tipo de hortalizas.
- Un producto derivado de este fruto seco es la mantequilla de anacardo. Se asemeja a la de cacahuete, pero es más dulce y cremosa. Es dial para consumirla con tostadas o como base para preparar ensaladas.