Según la Clínica Mayo, los frutos secos son alimentos compuestos de grasas insaturadas, que en un consumo moderado pueden favorecer la salud del corazón. Por ejemplo, señala que las nueces reducen “los niveles de inflamación relacionada con la enfermedad cardíaca y la diabetes”. Más aún, el centro especializado asegura que una alta ingesta podría ser contraproducente por su gran contenido en calorías.

Una ficha técnica de la Secretaría de Agroindustria del Ministerio de Producción y Trabajo del gobierno de Argentina explica que los frutos secos son alimentos que tienen menos de 50 % de agua, en los cuales se destacan las almendras, las avellanas, las castañas, las nueces y los pistachos.

Beneficios del pistacho

Un artículo de Tua Saúde revisado por la nutricionista Taiana Zanin, precisa que el consumo de pistachos contribuye en:

  • Mejorar la capacidad cognitiva porque están compuestos de antioxidantes, que gracias a su efecto antiinflamatorio reduce el riesgo de deterioro cognitivo, mejorando las funciones de capacidades cognitivas.
Los beneficios para la salud del corazón de los pistachos. | Foto: Getty Images
  • Procura el bienestar de la microbiota intestinal por las fibras y los fitoquímicos que los componen, brindándoles salud a las bacterias que favorecen el cuerpo.
  • Participar en el aumento de masa muscular, porque tiene aminoácidos, fundamentales para quienes hacen ejercicio y buscan la hipertrofia.
Para conseguir un aumento de masa muscular, es importante hacer ejercicio y tener una buena alimentación. | Foto: Getty Images
  • Regular los niveles de azúcar en la sangre, gracias a los flavonoides que lo componen porque actúan sobre el funcionamiento de la insulina, una hormona que de acuerdo con el Instituto Nacional del Cáncer (NCI) “controla la cantidad de azúcar en la sangre al almacenarla en las células, donde el cuerpo la puede usar como fuente de energía”.

Por esto, los pistachos al incluirlos en una dieta balanceada pueden combatir la resistencia a la insulina que se relaciona con diabetes tipo 2, regulando los niveles de glucosa en la sangre, por lo que Tua Saúde menciona que las personas con un diagnóstico de diabetes pueden incluirla en un plan de alimentación porque ralentiza su absorción de carbohidratos.

La alimentación es uno de los aspectos más determinantes para controlar la diabetes. | Foto: Fertnig/Getty Images

Cabe recordar que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) aseguran que la diabetes es una enfermedad crónica que altera la forma en que el cuerpo obtiene energía, ya que tras la descomposición de alimentos, la glucosa pasa al torrente sanguíneo, y es a través de la insulina que las células la obtienen, pero resulta que cuando se resisten a ella, provocan la conocida diabetes tipo II.

Es de mencionar que la diabetes gestacional, la padecen algunas mujeres durante el embarazo, y en muchos casos desaparece luego del parto. Además, una prediabetes se caracteriza por los altos índices de glucosa en el torrente sanguíneo sin que todavía se califique como diabetes.

La Organización Mundial para la Salud (OMS) menciona que “la diabetes es una causa importante de ceguera, insuficiencia renal, infarto de miocardio, accidente cerebrovascular y amputación de los miembros inferiores”.

Todos los diabéticos tipo 1 necesitan insulina para sobrevivir, y generalmente su acceso está asegurado | Foto: Libre de derechos

La Clínica Mayo señala que en el plan de alimentación para personas con diabetes se debe reducir la ingesta de carbohidratos malos, evitar el consumo de alimentos dañinos como las grasas trans o saturadas, e incrementar el consumo de proteínas. Sin embargo, esto va relacionado con problemas de salud preexistentes, por lo que se ve necesario siempre consultar con un nutricionista y seguir cada una de sus recomendaciones.

Además, el National Institutes of Health, puntualiza que el consumo de azúcar es uno de los factores que más influye en el sobrepeso de una persona. Asimismo, precisa que el cuerpo obtiene glucosa al descomponer los alimentos como las proteínas y carbohidratos, por lo que sugiere no aumentarla a través de alimentos azucarados, tales como los refrescos o los postres.