Los frutos secos destacan por ser alimentos saludables para el organismo y especialmente para el corazón. Estos alimentos contienen ácidos grasos insaturados y otros nutrientes que son ideales para incluir en una dieta equilibrada.

Sin embargo, es importante prestar atención a la cantidad que se consume y la forma de hacerlo, pues una de sus desventajas es que algunos pueden tener un alto contenido de calorías. Uno de los más recomendados para evitar afecciones del corazón generados por problemas arteriales son las nueces.

El instituto Mayo Clinic asegura que las investigaciones han demostrado que comer frutos secos en general y, en particular las nueces, de manera frecuente disminuye los niveles de inflamación relacionada con la enfermedad cardíaca y la diabetes. Estos son algunos de sus beneficios.

Las nueces son saludables para el corazón. | Foto: Libre de derechos
  • Mejoran la salud de las arterias, las cuales pueden afectarse por niveles elevados de lípidos como el colesterol y los triglicéridos.
  • Disminuyen la inflamación relacionada con enfermedades cardíacas.
  • Reducen el riesgo de tener presión arterial alta, es decir, que previenen la hipertensión.
  • Bajan el riesgo de muerte prematura debido a una enfermedad cardíaca.
  • Reducen los niveles del colesterol no saludable, en particular el de las lipoproteínas de baja densidad (LDL, por sus siglas en inglés, o “malo”) y los triglicéridos, que pueden bloquear las arterias y los vasos sanguíneos.

Estos beneficios se deben a su composición nutricional, la cual incluye grasas insaturadas, ácidos grasos omega 3, fibra, esteroles vegetales y L-arginina.

En el caso de las grasas insaturadas que contienen estos alimentos, los análisis indican que ayudarían a reducir los niveles de colesterol malo, mientras los ácidos grasos omega-3 tienen la posibilidad de reducir el riesgo de presentar un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular.

Los frutos secos le aportan diversos beneficios al organismo. | Foto: Rosette Jordaan/Getty Images

A esto se suma que todos los frutos secos contienen fibra, que también ayuda a reducir el colesterol limpiando las arterias y evitando la formación de placas en sus paredes.

Los esteroles vegetales, por su parte, también contribuyen a reducir el colesterol. Esta sustancia con frecuencia se añade a productos tales como la margarina y el jugo de naranja para obtener beneficios de salud adicionales, pero se encuentran en los frutos secos de forma natural.

Regula la presión arterial

Por último, estos alimentos son una buena fuente de L-arginina. Algunas investigaciones señalan que este componente ayuda a reducir la presión arterial, y a mejorar el colesterol y la salud general de los vasos sanguíneos.

En esta línea, el portal de salud Tua Saúde indica que los polifenoles y ácidos grasos insaturados de la nuez, tienen propiedades antiinflamatorias que mejoran la salud del endotelio, que es el revestimiento interno de los vasos sanguíneos, promoviendo así la disminución de la presión arterial.

Además de eso, este fruto es fuente de buenas cantidades de magnesio, que actúa disminuyendo la resistencia vascular, siendo un alimento útil para ayudar a controlar y prevenir la hipertensión arterial.

Las nueces ayudan a limpiar las arterias y fortalecer los vasos sanguíneos. | Foto: Getty Images

¿Cómo consumir las nueces?

Dado que los frutos secos, en general, contienen grasa, se deben consumir con moderación. Los adultos deben procurar comer aproximadamente de cuatro a seis porciones de frutos secos sin sal por semana como parte de una alimentación saludable. En el caso de los niños, las recomendaciones en torno a las porciones varían según la edad y por ello se debe consultarse con el pediatra.

Lo recomendable es que estos productos sean crudos o tostados en seco, en lugar de cocidos en aceite. Una porción es un puñado pequeño (1,5 onzas o 43 gramos). Si bien todos los frutos secos son saludables para el corazón, Mayo Clinic asegura que las nueces contienen altas cantidades de ácidos grasos omega-3. Lo mejor es elegirlas secas, sin sal y sin azúcar.

Es importante tener claro que por sí solos estos alimentos no hacen milagros y que lo recomendable es incluirlos en el marco de una dieta equilibrada y la práctica regular de ejercicio.