Las personas que llevan una dieta alimenticia cargada de azúcares, carbohidratos, grasas saturadas y que consumen con frecuencia alcohol son más a propensos a presentar incrementos de los niveles de colesterol y triglicéridos en la sangre.

Estas sustancias son necesarias para gozar de buena salud, según señala el Instituto Nacional de Salud, de Estados Unidos. Sin embargo, es clave que correspondan a cantidades adecuadas para no tener problemas cardíacos, entre otros.

En ese sentido, es importante una buena alimentación y ejercicio para que los niveles no registren un incremento. Adicionalmente, hay alimentos, como los anacardos, que pueden complementar este propósito y a prevenir enfermedades cardiovasculares.

“Cada 100 g aportan 15 g de proteínas, por lo que una ración proporciona en torno al 10 % de las necesidades diarias”, señala Cuerpo y Mente.

Como tal, un estudio comparó 11 tipos distintos de anacardos y comprobó que su principal componente (en un 48 %) son las grasas, pero se trata básicamente de ácidos grasos insaturados, entre los que predomina el oleico como el del aceite de oliva. De este modo, la buena calidad de sus grasas hacen que sea un alimento ideal para la salud cardiovascular. Al ser ricos en esteroles, específicamente en beta-sitosterol, pueden ayudar a controlar los niveles de trigliceridos en la sangre.

El colesterol alto se relaciona con la ingesta de alimentos ricos en grasa. | Foto: Getty Images

Los anacardos, además, son una fuente de proteína, tienen hidratos de carbono, se destaca por su contenido en vitamina E y potasio.

También son una importante fuente de magnesio. Los especialistas aseguran que las personas con mayor cantidad de magnesio en su dieta suelen tener un riesgo más bajo de presentar enfermedades como las diabetes de tipo 2, debido a que le ayuda al cuerpo a procesar el azúcar y a reducir el riesgo de resistencia a la insulina.

Los científicos estudian la posibilidad de que los suplementos de magnesio ayuden a las personas que ya tienen diabetes de tipo 2 a controlar su enfermedad. No obstante, se requiere de más estudios para determinar su efectividad en estos casos.

Los triglicéridos elevados generan complicaciones cardiovasculares. | Foto: Getty Images

Por otro lado, el magnesio es importante para mantener huesos sanos. Quienes ingieren una mayor cantidad de magnesio poseen una mayor densidad ósea, que es importante para reducir el riesgo de fracturas de huesos generadas por enfermedades como la osteoporosis.

¿Cómo consumir los anacardos?

De acuerdo con Cuerpo y Mente, los anacardos se pueden preparar muchas formas:

  • Después de recogerlos, los anacardos se pueden cocer al vapor para neutralizar los compuestos irritantes que se encuentran en las cáscaras. Luego, se fríen ligeramente para que sean más crujientes y apetecibles.
  • Los anacardos tienen una gran afinidad con especias como la pimienta o el cardamomo y con otros ingredientes como el coco o el jengibre. Por ello, son atractivos para los cocineros orientales, especialmente de la India, que lo utilizan con frecuencia en numerosas recetas.
  • Este superalimento se puede incluir en ensaladas, sobre todo si llevan manzana, escarola, zanahorias o calabaza.
  • Los anacardos pueden enriquecer también platos con arroz, cuscús, salteados con espinacas y otro tipo de hortalizas.

Por su parte, otras elecciones saludables para disminuir los triglicéridos y el colesterol incluyen:

-Hacer ejercicio con regularidad. Intentar realizar al menos 30 minutos de actividad física la mayoría o todos los días de la semana. El ejercicio regular puede reducir los triglicéridos y aumentar el colesterol “bueno”. Por ello, hay que tratar de incorporar más actividad física en las tareas diarias, como, por ejemplo, subir las escaleras en el trabajo o dar un paseo durante los descansos.

Las frutas y verduras son energizantes naturales que ayudan al cuerpo a componerse de energía liberada por el ejercicio. | Foto: Semana

-Evitar el azúcar y los carbohidratos refinados. Los carbohidratos simples, como el azúcar y los alimentos hechos con harina blanca o fructosa, pueden aumentar los triglicéridos.

-Bajar de peso. Si se tiene hipertrigliceridemia (triglicéridos altos) leve a moderada, hay que concentrarse en reducir las calorías, ya que las calorías adicionales se convierten en triglicéridos y se almacenan como grasa y al reducir las calorías, disminuyen los triglicéridos.

-Elegir grasas más saludables. Reemplazar las grasas saturadas que se encuentran en las carnes por grasas más saludables que se encuentran en las plantas, como los aceites de oliva y colza (canola). En lugar de carne roja, se puede probar pescado rico en ácidos grasos omega-3, como la caballa o el salmón. Además, hay que evitar las grasas trans y los alimentos con aceites o grasas hidrogenadas.

-Limitar la cantidad de alcohol que se consume. El alcohol es alto en calorías y azúcar, y tiene un efecto particularmente fuerte sobre los triglicéridos. Si se tiene hipertrigliceridemia grave, hay que evitar beber alcohol.

-Dejar de fumar. Eliminar este hábito puede reducir el riesgo de una enfermedad cardiaca y mejora la salud en general.