Una buena alimentación es fundamental para cuidar la salud del organismo, porque a través de los alimentos el cuerpo recibe vitaminas, minerales, entre otros. Por lo general, los profesionales de la salud recomiendan que se incluyan todos los grupos alimenticios en la dieta.
Además, es necesario que la persona acuda a un nutricionista para indicar a cada paciente los alimentos que debe consumir y las cantidades y porciones. Ante la llegada del envejecimiento, varios órganos del cuerpo se pueden ver afectados, entre ellos, el cerebro y el corazón. Una de las enfermedades que más se diagnostican durante esta etapa son el colesterol elevado y el Alzheimer.
La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, MedlinePlus, explicó que el Alzheimer es una enfermedad que comienza lentamente. Las personas afectadas pueden tener dificultades para recordar cosas que ocurrieron hace poco e incluso pueden olvidar los nombres y rostros de las personas que ven con frecuencia.
Por otro lado, el cáncer es una enfermedad que, aunque no hay métodos que garanticen que se puede evitar, un estilo de vida saludable es clave para evitar muchos tipos. Una alimentación sana contribuye a disminuir el riesgo de padecerla. La Sociedad Americana de Oncología Clínica explica que entre los tipos de alimentos que preocupan por el riesgo de cáncer están las carnes rojas y procesadas.
El portal Up de España mencionó que las nueces son un alimento que debe estar presente en el plan de alimentación de toda persona, ya que este producto cuenta con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que previenen y tratan las patologías antes mencionadas.
Las nueces son importantes para la salud del cerebro, ya que cuentan con un alto contenido de vitamina E, compuesto con efecto antioxidante; además, “es fuente de ácidos grasos poliinsaturados como el omega 3 y el omega 6, esenciales para la función neuronal y el sistema nervioso central”.
El medio explica que los antioxidantes son sustancias que cuentan con la capacidad molecular para proteger las células y tejidos de otros componentes que pueden atacar al cuerpo y generar enfermedades como el Alzheimer y el cáncer.
Gracias a que contiene ácido fólico, el consumo frecuente de frutos secos “aumenta los niveles de homocisteína en la sangre, disminuyendo así el riesgo de enfermedades cerebrovasculares”. Además, el consumo de nueces favorece la memoria y el aprendizaje, convirtiéndolo en un alimento que favorece la producción de serotonina; por ende, se considera un antidepresivo natural y esto se debe a que el ácido graso omega 3 favorece la producción de serotonina.
Otros beneficios de los frutos secos
Las personas que padecen insomnio también se pueden beneficiar de los beneficios que ofrece este fruto seco. Este alimento es una excelente fuente de melatonina, sustancia antioxidante que favorece el sueño, haciendo que sea reparador.
Asimismo, gracias a su alto contenido de fibra, este alimento aumenta los niveles de colesterol bueno en la sangre, siempre y cuando se consuman dentro de una dieta sana y equilibrada.
Las almendras destacan por su contenido en calcio, que las convierte en un alimento alternativo a los productos lácteos: 60 g de almendras proporcionan 150 mg de calcio (como un vaso de leche) y aportan el doble de proteínas que un yogur, según el portal Cuerpo y Mente.
Debido a su gran cantidad de fibras, evita la aparición de enfermedades intestinales y previene el estreñimiento.
Refuerzan los huesos, favorecen el crecimiento y previenen la osteoporosis, según el portal Mejor con Salud. Además, son aliados para los casos de artritis. Esto gracias a su contenido de omega 3.
Por otro lado, son fuente de fitoestrógenos, que reducen los efectos de la menopausia en las mujeres y ayuda a evitar los sofocos característicos de esta etapa.