El sistema circulatorio es una compleja red de capilares, vasos sanguíneos y arterias. Dichos tubos transportan la sangre oxigenada a través del cuerpo, ayudando a alimentar todas sus funciones.
Específicamente, el corazón, que hace parte de este sistema, es un órgano muscular que se encarga de impulsar de forma constante sangre rica en oxígeno al cerebro y las extremidades, y transporta sangre pobre en oxígeno desde el cerebro y las extremidades a los pulmones, para obtener oxígeno.
Como tal, esta sustancia, según Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, llega a la aurícula derecha del corazón desde el organismo, se mueve al ventrículo derecho y es impulsada dentro de las arterias pulmonares, en los pulmones. Después de que recoge oxígeno, la sangre retorna al corazón a través de las venas pulmonares dentro de la aurícula izquierda hacia el ventrículo izquierdo y sale hacia los tejidos del organismo a través de la aorta.
Cuando la sangre no fluye con normalidad, suelen aparecer problemas de salud que pueden desencadenar enfermedades cardiovasculares que muchas veces traen consecuencias graves para los pacientes. Es por ello que los expertos aconsejan consumir alimentos ricos en vitaminas y minerales como los frutos secos.
Según Mayo Clinic, este tipo de alimentos aportan los siguientes beneficios para el sistema circulatorio:
- Mejorar la salud de las arterias
- Disminuir la inflamación relacionada con enfermedades cardíacas
- Disminuir el riesgo de coágulos sanguíneos, que pueden causar ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares
- Disminuir el riesgo de tener presión arterial alta
- Disminuir el riesgo de muerte prematura debido a una enfermedad cardíaca
- Reducir los niveles del colesterol no saludable, en particular el colesterol de las lipoproteínas de baja densidad (LDL, por sus siglas en inglés, o “malo”) y los triglicéridos, que pueden bloquear las arterias
Un fruto seco muy aconsejable para mejorar la circulación sanguínea son las nueces, que son una buena fuente de vitamina B3, también conocida como tiamina. Varios estudios han demostrado que esta vitamina impulsa la circulación sanguínea. Tan solo se debe añadir nueces a las ensaladas, disfrútalas como merienda o en salsas como romesco. También se pueden triturarlas y usarlas para empanar pescado. Las nueces pueden ser altas en calorías; por lo que se recomienda regular su consumo.
Además de esto, las nueces aportan numerosos minerales como potasio, que facilita el desarrollo muscular, zinc, que interviene en el sistema nervioso, magnesio y fósforo. Se destaca por su contenido en vitaminas del grupo B, como la vitamina B1 o tiamina y la B6 o piridoxina, que también favorecen el buen funcionamiento del cerebro y los músculos.
Adicionalmente, gracias a que son ricas en proteínas, fibras, minerales, vitaminas y aportan grasas insaturadas; se conocen como un alimento cardioprotector. También es rico en ácidos grasos Omega 3 de origen vegetal, lo que ayuda a reducir el colesterol LDL.
Esto puede servir para una de las afecciones más comunes, como lo es el colesterol alto. Pues cuando el colesterol LDL conocido como malo, se incrementa en la sangre. De acuerdo con Mejor con Salud, la hipercolesterolemia es una condición que deteriora la salud cardiovascular, esto porque la sustancia se queda retenida en las paredes de las arterias y puede contribuir a la aparición de depósitos grasos en los vasos sanguíneos.
No obstante, no se debe abusar de este fruto. De acuerdo con la Clínica de Mayo, los adultos deben procurar comer entre 4 a 6 porciones de frutos sin sal por semana. Por otro lado, un estudio de Harvard apuntó que se deben comer 2 onzas de nueces al día.
Sin embargo, es claro mencionar que añadir las nueces a la alimentación es solo una parte de los cambios que las personas deben mantener en su vida. En Mejor con Salud detallaron seis factores que influyen al descontrol de esta sustancia en el cuerpo, por lo que es preciso evitarlos.