Los dolores de cabeza, las náuseas y el cansancio físico son algunos de los síntomas molestos que suelen aparecer después de una noche de copas. Según investigadores de las universidades de Escocia, Holanda y Australia, estos disminuirían con la edad.
Su estudio, publicado en la revista Alcohol and Alcoholism, se basó en los datos de más de 750 hombres y mujeres consumidores regulares de licor de entre 18 y 94 años. Los investigadores hallaron que los jóvenes beben más que los mayores, y los hombres toman más que las mujeres, pero la severidad de la resaca y la frecuencia del consumo disminuyen con el paso de los años.
El factor de la frecuencia se puede explicar con facilidad, pues, al envejecer, se tienen más responsabilidades personales y laborales que hacen menos atractivo embriagarse.
Sin embargo, el factor de la severidad es más complicado. Los investigadores piensan que la sensibilidad al sufrimiento disminuye con la edad, lo que significa que, si bien los síntomas del guayabo son iguales, la persona los siente levemente. Otra teoría es que los jóvenes tienden a esperar los síntomas de la resaca al día siguiente, mientras que los mayores simplemente los ignoran.
¿Multivitaminas para la covid-19?
Tomar suplementos multivitamínicos podría reducir en 13 por ciento las posibilidades de que las mujeres se enfermen de covid-19. Así lo estableció un artículo de unos investigadores del King’s College London, publicado en la revista científica BMJ Nutrition Prevention & Health.
Los expertos les hicieron seguimiento a personas con el virus a través de una aplicación, gracias a la cual notaron que el consumo de vitamina D disminuyó el riesgo de enfermedad en 9 por ciento. Además, hallaron que los probióticos también servirían para reducir en 14 por ciento las infecciones, y el consumo de omega 3 merma el riesgo de coronavirus en 12 por ciento. Curiosamente, el zinc, el ajo y la vitamina C no estuvieron asociados a una reducción de enfermarse por este bicho.
Menos es más
Un grupo interdisciplinario de la Universidad de Virginia, en Estados Unidos, encontró que a la hora de solucionar problemas las personas suelen añadir complejidad antes de observar las salidas más sencillas.
El estudio, publicado en la revista Nature, se basó en un ejercicio en el que los participantes debían completar tareas mediante piezas que podían retirar o poner. El juego estaba diseñado para que la sustracción llevara a las opciones más eficientes. En uno de los ejercicios, 200 participantes debían alterar un edificio de Lego para soportar un peso, y ganar un bono de un dólar.
Una de las opciones era agregar varios ladrillos de 10 dólares cada uno, y otra manera, retirar un solo ladrillo. Solo el 41 por ciento del grupo optó por la segunda opción, pero, cuando otro de los equipos supo que quitar ladrillos no costaba dinero, el porcentaje se incrementó a 61 por ciento. Los investigadores consideran que la tendencia de añadir complejidad en vez de simplificar puede llevar a las personas a perderse de mejores opciones.
La obesidad, peor que fumar
Un estudio realizado por The British Heart Foundation demostró que la obesidad causa más muertes por condiciones del corazón que el tabaco. Según la organización, al año en Reino Unido ocurren cerca de 31.000 fallecimientos evitables por enfermedades cardiacas ocasionadas por la obesidad, en comparación con 21.000 que provoca el tabaco.
Esto significa que todos los días fallecen 85 personas por complicaciones con este órgano o por problemas circulatorios, como los paros cardiacos o accidentes cerebrovasculares, una cifra similar a la de las muertes por las mismas patologías, pero atribuidas al cigarrillo.