Con el paso de los años y ante la llegada del envejecimiento, varios órganos del cuerpo pueden estar en riesgo de padecer diversas enfermedades; por eso, los profesionales de la salud recomiendan llevar una dieta sana y equilibrada que contenga alimentos de todos los grupos, esto con el fin de prevenir todo tipo de patologías. A este hábito es importante adicionarle la práctica frecuente de actividad física.

Uno de los órganos que más se ve afectado durante la etapa de la adultez es el cerebro, una de las enfermedades que más se diagnostica entre estos pacientes es el Alzheimer. La biblioteca nacional de medicina de los Estados Unidos, Medline Plus, explica que esta es la forma más común de demencia, cuando esta patología es diagnosticada la persona presenta serias complicaciones para continuar con sus actividades diarias.

En la primera fase del Alzheimer, las partes del cerebro que controlan el pensamiento, la memoria y el lenguaje se ven fuertemente afectadas. Las personas que tienen esta patología les cuesta recordar acontecimientos que surgieron hace poco tiempo, además, empiezan a olvidar el nombre de las personas y su parentesco con ellas, incluso cuando viven con ellas.

Con el paso de los meses la situación puede empeorar, generando que los pacientes con dicha enfermedad olviden hablar, escribir y leer. Incluso pueden olvidar hacer hábitos tan cotidianos como cepillarse el cabello o los dientes. Con el paso del tiempo pueden volverse personas ansiosas o agresivas y pueden deambular por las calles sin rumbo alguno; por eso, necesitan de un acompañamiento permanente, bien sea de un familiar o un profesional de la salud como un enfermero o enfermera.

El Alzheimer es el tipo de demencia más común. | Foto: fotografixx | Getty Images

El portal Urgente 24 en su sección de salud menciona la importancia de cuidar los hábitos de sueño, ya que las personas que tienen alterado este hábito pueden presentar más riesgo de padecer la enfermedad antes mencionada.

El medio recuerda que la mala calidad del sueño, no solo puede desencadenar enfermedades que afectan al cerebro, sino también al corazón. Los trastornos del sueño “suponen un desafío para la salud pública, porque aumentan el riesgo de enfermedad cardiovascular y de desarrollar Alzheimer en el futuro”, según mencionó Carmen Bellido, investigadora y Coordinadora del Servicio de Prevención de Riesgos Laborales en el Hospital de Castellón, durante un encuentro organizado por Europa Press e Idorsia.

También, Inés Moreno, investigadora Ramón y Cajal en Enfermedades Neurodegenerativas, CIBERNED, IBIMA, y Universidad de Málaga, aseguró que “la falta de sueño afecta a la cognición, aumentando los problemas para aprender y recordar lo aprendido, según experimentos hechos en animales”.

¿Cómo la falta de suelo afecta la memoria?

La profesional explica que mientras se duerme el cerebro borra la información poco relevante y procesa la que sea aprendido durante el día, seleccionando entra la más a la menos importante. “Mientras dormimos, existe el proceso de consolidación de memoria. Es decir, lo que aprendemos en el día, se queda en una región del cerebro y se va a acumulando en la memoria a largo plazo”.

“El cambio de información de un área del cerebro a la zona que nos va a permitir recordarla ocurre durante la noche. Es también en la noche cuando las ideas se reorganizan en el cerebro, y eso facilita la memorización de las cosas”, agrega.

Los profesionales de la salud recomiendan dormir, como mínimo, seis horas continuas durante la noche; sin embargo, lo esperado es que sean ocho horas continúas, entre las recomendaciones más frecuentes se encuentra alejarse de todo tipo de pantallas una hora antes de irse a la cama, con el fin de prevenir alteraciones en el sueño o insomnio. Ante la presencia de cualquier alteración en el mismo, se aconseja consultar con un profesional de la salud.