Mantener la presión arterial dentro de los parámetros normales es de vital importancia para evitar complicaciones en la salud. Por esta razón, es prudente saber a qué se refiere este término médico y por qué vale la pena prestarle atención.
De acuerdo con información de la enciclopedia médica MedlinePlus, la presión arterial es una medición de la fuerza ejercida contra las paredes de las arterias a medida que el corazón bombea sangre al cuerpo. Ahora bien, hipertensión es el término médico que se utiliza para describir la presión arterial alta.
“Si se deja sin tratamiento, la presión arterial puede llevar a muchas afecciones médicas. Estas incluyen enfermedades del corazón, accidente cerebrovascular, insuficiencia renal, problemas en los ojos y otros problemas de salud”, advierte el servicio de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Respecto a cómo se mide este valor, el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (NHLBI, sigla en inglés), expone que la presión arterial se compone de dos números: la presión sistólica y la diastólica. La presión sistólica es la presión cuando los ventrículos bombean sangre fuera del corazón, mientras que la presión diastólica es la presión entre latidos cuando el corazón se está llenando de sangre.
“La presión arterial cambia a lo largo del día según las actividades que se realizan. En la mayoría de los adultos, la presión arterial normal es menos de 120 sobre 80 milímetros de mercurio (mm Hg), que se escribe como la lectura de la presión sistólica sobre la lectura de la presión diastólica: 120/80 mm Hg. La presión arterial se considera alta cuando hay lecturas sistemáticas de presión sistólica de 130 mm Hg o más, o lecturas de presión diastólica de 80 mm Hg o más”, precisa el NHLBI.
El hábito para reducir la presión arterial
Un estudio titulado “Efecto del sodio en la dieta sobre la presión arterial”, publicado en la revista médica JAMA (Journal of the American Medical Association), reseña que aplicar ciertos cambios en los hábitos de vida podría resultar útil para mantener la presión arterial dentro de los niveles normales.
En sus hallazgos, el estudio sostiene que reducir el consumo de sal en la dieta puede tener un impacto significativo en la tensión arterial. En ese sentido, respalda la visión médica frente a la necesidad de evitar la ingesta excesiva de sodio.
La Asociación Estadounidense del Corazón sugiere un límite de 1.500 miligramos de sodio al día. De acuerdo con el estudio en mención, una ingesta moderada de sal podría ayudar en la disminución de la presión arterial.
Para llegar a dicho hallazgo, el estudio contó con la participación de 213 personas de entre 50 y 75 años, a quienes se les asignaron dietas altas y bajas en sodio durante una semana. Los resultados mostraron que quienes mantuvieron una ingesta moderada de sal tuvieron una reducción en la presión arterial sin evidenciar efectos secundarios.
Si bien el consumo moderado de sal podría ser de ayuda en el proceso, es clave recibir asesoría y tratamiento por parte de un profesional de la salud.
Referencias científicas: