Hacer ejercicio se convirtió en algo vital para muchas personas en el mundo, especialmente después de la pandemia del 2020, en el que muchos se dedicaron a darle tiempo a este hábito. Sin embargo, el horario en que este se hace, podría tener algún efecto específico en la presión arterial, por ejemplo, u otra función del cuerpo.
Pero la hora del día en la que se practica el ejercicio no influye en el efecto inmediato que este tiene sobre la presión arterial y la glucosa en sangre, según se demostró en un estudio liderado por la Universidad de Granada.
Así las cosas, los investigadores del estudio sugieren realizar ejercicio sin mirar el reloj, contrario lo que se afirmó hasta la fecha la escasa literatura científica existente al respecto.
La investigación fue publicada en la revista científica Journal of Science and Medicine in Sport, y contó también con la participación el Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada, además del Centro de Investigación Biomédica en Red, Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición de Instituto de Salud Carlos III.
Los científicos explicaron que las células poseen un reloj molecular que controla los procesos metabólicos y que está en constante interacción con los estímulos del exterior.
Además, encontraron que algunos patrones del estilo de vida que llevan las personas ahora, como tener ritmos de sueño alterados, no dormir lo suficiente, trabajar y/o comer en horarios irregulares o estar expuestos a la luz artificial, contribuyen a la aparición de enfermedades cardiovasculares.
El ejercicio es un factor protector contra estas enfermedades y estudios recientes sugieren que la hora del día a la que se practica puede influir en sus efectos sobre la salud. En la investigación se realizó una revisión sistemática y metaanálisis de la literatura con el objetivo de contribuir a optimizar los efectos del ejercicio como herramienta en la prevención de las enfermedades cardiovasculares.
¿En las primeras horas del día o en la tarde?
El equipo investigador reveló que su objetivo fue determinar si el hecho de practicar ejercicio por la mañana o por la tarde surtía algún efecto diferente sobre la salud cardiovascular de los adultos. Para ello, se recopiló información de 22 estudios y se analizaron los resultados, haciendo un comparativo del efecto que tiene una sola sesión de ejercicio en la mañana y en la tarde.
Los investigadores encontraron que la hora del día a la que se realiza ejercicio no influye en el efecto inmediato del ejercicio sobre la presión arterial y la glucosa en sangre.
“El ejercicio tiene un efecto reductor de la presión arterial a corto plazo tanto en la mañana como en la tarde. También causa un aumento de la glucosa en sangre, independientemente de la hora del día. Este aumento inmediato de la glucosa parece ser mayor por la mañana cuando se trata de personas con diabetes mellitus (ejercitarse a esta hora podría ser menos recomendable para ellas), aunque no se ha podido confirmar estadísticamente”, afirmó la autora principal del trabajo, Raquel Sevilla Lorente.
De igual manera los investigadores recalcan que los estudios que se han analizado en este trabajo son de características heterogéneas, por lo que se deben tomar los resultados con precaución, es decir, no como una verdad absoluta.
En los trabajos analizados se incluyen ejercicios de diferentes tipos e intensidades, y también los participantes varían en peso y talla, estado de salud o nivel de condición física. Además, hay pocos estudios en mujeres.
“La literatura disponible nos proporciona resultados preliminares y deja preguntas abiertas para futuros estudios. Por ejemplo, no hay suficiente evidencia para definir el efecto inmediato sobre los lípidos en sangre. Tampoco se conoce qué papel juegan el sexo o el cronotipo (diferencias individuales en los ciclos de sueño-vigilia), características que parecen afectar a esta pregunta de forma importante”, enfatiza la autora.