La tiroides es una glándula ubicada en el cuello que se encarga de producir las hormonas tiroideas que controlan el ritmo de muchas actividades del cuerpo, directamente relacionadas con el metabolismo.
Existen enfermedades y trastornos capaces de afectar la tiroides, por lo general, causando la producción excesiva o insuficiente de esas hormonas que el cuerpo necesita. Esto, a su vez, puede causar otros problemas en otras partes del organismo.
Uno de estos padecimientos es el hipotiroidismo. El portal español Clínica Universidad de Navarra explica que todo nace por la disminución de hormonas tiroideas.
“La secreción de TSH (hormona tiroidea) aumenta en un intento de conseguir que la tiroides trabaje al máximo para recuperar el nivel normal de hormonas tiroideas, situación que no se consigue cuando el hipotiroidismo se encuentra ya establecido. Las hormonas tiroideas son fundamentales para que se lleven a cabo la mayoría de funciones del organismo”, afirmó la Clínica.
“Al principio, los síntomas del hipotiroidismo son apenas perceptibles, como el cansancio o el aumento de peso. O simplemente puedes atribuírselos al envejecimiento. A medida que el metabolismo continúa ralentizándose, es posible que los problemas sean más evidentes”, señala Mayo Clinic.
Este portal recoge que algunos de los síntomas frecuentes son el estreñimiento, los ronquidos, colesterol alto, fatiga, sensibilidad al frío, ritmo cardiaco lento, piel seca, en mujeres se presentan períodos menstruales irregulares, rigidez musculares y en las articulaciones, hinchazón especialmente en el rostro, deficiencias en la memoria y hasta depresión.
Ante este panorama, es importante que las personas que tienen esta enfermedad tengan claro cuál es el tratamiento a seguir, y como complemento, qué alimentos o vitaminas puede ingerir para combatir desde otro ángulo este padecimiento.
Vitamina B, clave
Según el portal de salud Healthline, la vitamina más importante que las personas con hipotiroidismo deben consumir es la B. Suplementos de esta vitamina ayudaría a mantenerse fuerte y combatir la enfermedad.
“Las hormonas tiroideas bajas pueden afectar los niveles de vitamina B12 en tu cuerpo. Tomar un suplemento de vitamina B12 puede ayudarte a reparar algunos de los daños causados por el hipotiroidismo”, asegura el portal, haciendo referencia a los beneficios de la sustancia en el cuerpo, recalcando que la “B12″, sería una excelente opción para reducir los efectos de la enfermedad.
Además de esto, continuó resaltando que la vitamina B se puede encontrar en espárragos, atún, queso, leche, huevos, frijoles, semillas de sésamo, frijoles, guisantes, entre otros. Entre otras observaciones, healthline aseguró que la B1 también es afectada por el hipotiroidismo, por lo que es bueno reforzar los niveles de esta y, la B12 podría ayudar a reducir la fatiga, uno de los síntomas de este padecimiento.
Tiroides: cuatro hábitos alimenticios para mejorar la salud
El portal Mejor con Salud reveló cuatro hábitos alimenticios para mejorar la salud tiroidea. El primero es incluir yodo en la dieta, pues este alimento ayuda a la producción de la tiroides. El yodo se encuentra naturalmente en algunos alimentos como el pescado, las algas marinas, los camarones y otros mariscos; los productos lácteos como leche, yogur y queso, entre otros.
La siguiente recomendación es comer arándanos, pues evitará las inflamaciones por sus propiedades. La siguiente sugerencia del portal es consumir papa, pues este tubérculo tiene yodo, pero para obtener sus beneficios lo recomendado es consumirlo al horno o cocido y que esté acompañado de verduras.
La última recomendación es consumir alimentos naturales y no procesados. De hecho, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, hay cinco grupos básicos principales de alimentos que conforman una dieta saludable:
Granos: según el portal, se debe procurar que al menos la mitad de los granos sean integrales.
Verduras: según las recomendaciones, se debe buscar que la mitad del plato sea de verduras.
Frutas: pueden ser frescas, enlatadas, congeladas o secas, destaca la publicación.
Productos lácteos: se debe elegir alimentos bajos en grasa o desnatados.
Proteínas: Los alimentos de proteínas incluyen carne de res, carne de aves, mariscos, frijoles y arvejas, huevos, productos de soya procesados, nueces y mantequillas de nueces, y semillas.