El corazón late cerca de 200.000 veces al día, acción de la que muchos no son conscientes, pero sin la cual no podrían vivir. En concreto, cada latido impulsa la sangre por las venas y hace que esta llegue a todo el cuerpo.
Desde la Fundación Española del Corazón explican que “La presión arterial es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias al ser bombeada por el corazón. La presión arterial es más alta cuando el corazón se contrae, bombeando la sangre, y se denomina presión sistólica. Cuando el corazón está en reposo, entre latidos, la presión arterial baja y es llamada presión diastólica”.
Cabe resaltar que las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de mortalidad en el mundo, superando cualquier tipo de cáncer y el Sida.
Sin embargo, aproximadamente la mitad de la población mundial hipertensa no está controlada en forma adecuada, aun cuando se sabe que el control de la presión arterial reduce un 40 % la incidencia de accidente cerebrovascular y un 25 % el infarto de miocardio, según el Consejo de Hipertensión de la SAC (Sociedad Argentina de Cardiología).
Jugo de remolacha, limón y jengibre
- Preparar las remolachas, limpiándolas y cortándolas de manera adecuada.
- Primero, quitarle las hojas que tenga y retirarle la punta de la raíz con la ayuda de un cuchillo.
- Luego, lavarlas bien para dejarlas libres de cualquier resto de suciedad y retirar la piel con un cuchillo o un pelador.
- Tener en cuenta que también es posible dejar la piel de la remolacha y no quitarla, pero en este caso el jugo final tendrá un sabor más amargo.
- Cortar la remolacha en piezas alargadas y luego juntarlas para cortarlas en cubitos.
- Luego, pelar el jengibre y extraer el zumo de un limón, usando un exprimidor manual o eléctrico y no olvidar colar el líquido obtenido si no se quiere notar restos de pulpa al beber el jugo de remolacha.
- Añadir el jugo del limón exprimido junto con el jengibre y la remolacha a la licuadora y procesar la potencia para que los ingredientes se integren y queden completamente triturados.
- En el caso de que el jugo de remolacha haya quedado demasiado espeso, se puede añadir un poco más de agua.
- Beber y disfrutar.
¿Por qué la remolacha y el limón?
Los científicos han comprobado que el nitrato contenido en el jugo de esta hortaliza es el que ayuda a problemas de la salud como bajar la presión sanguínea.
Un estudio publicado en la revista médica estadounidense Hypertension mostró que la tensión arterial se reducía en un período de 24 horas tanto en pacientes que habían tomado pastillas de nitrato como en aquellos que bebían jugo de remolacha.
Por su parte, el limón es antioxidante y depurativo, ayuda a eliminar la rigidez de los vasos sanguíneos, lo que contribuye a prevenir la hipertensión. Además, es una fruta que contiene vitamina B, capaz de evitar la insuficiencia cardiaca, según la Fundación Española del Corazón,
Dieta cardíaca
La dieta cardíaca se enfoca en reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular al estimular a que las personas coman alimentos saludables y antiinflamatorios, según el magazín Medical News Today.
¿En qué consiste?
- Limitar los productos lácteos altos en grasa.
- Comer pocas porciones de pescados grasos a la semana.
- Incluir grasas saludables, como aceite de oliva y aguacates.
- Agregar nueces, semillas y legumbres.
- Limitar la ingesta de alcohol y azúcar añadida.
- Comer alimentos integrales y evitar los alimentos procesados.
- Incluir una amplia variedad de verduras y frutas.
- Limitar la carne roja y procesada.