En medio de la incertidumbre, las pérdidas y las dificultades económicas y sociales, más en un año de tanta zozobra como 2020, abundan las historias de resiliencia, protagonizadas por personas que promueven acciones o proyectos para ayudar a otros, buscar una solución conjunta ante una problemática y dejar un impacto positivo en sus comunidades.

El pódcast El Lado +, conducido por Nicolás Peña Ardila, editor en el Grupo Semana, llega con el fin de resaltar esas historias y esas voces que inspiran en Colombia y América Latina en diferentes ámbitos como la ciencia, la salud, el deporte, la seguridad alimentaria, el cine, el medioambiente, la moda o la paz.

En esta primera temporada, El Lado + ha recorrido gran parte de las regiones de la geografía colombiana tras estas historias.

Por ejemplo, en Bogotá, la fundación Hands On desarrolló un programa de amigos por videollamada para acompañar a los adultos mayores en tiempos de pandemia; en Boyacá, una joven, Ginna Jiménez, creó un portal que le permite a los agricultores publicar los productos que tienen disponibles y que los conecta con compradores en las ciudades; en Quindío, mientras tanto, un colectivo se reúne alrededor de la mesa para recuperar ingredientes tradicionales y las recetas de los abuelos.

El recorrido no termina ahí. Pasa por Antioquia, donde un grupo de profesores lleva el cine a las montañas del Urabá; también por el Chocó, donde dos equipos le apuestan a la ciencia y la tecnología para la solución de problemas cotidianos y ya se han destacado a nivel internacional; por Atlántico, donde el béisbol se ha convertido en un mecanismo de integración entre colombianos y venezolanos; y por San Andrés y Providencia, donde la comunidad se ha unido para hacerle frente a la devastación producida por el huracán IOTA.

En esa misma línea, esta serie de historias pasa, a veces, por otros países de América Latina. Tal como lo hicieron Ana Isabel Salvador y su esposo Ángel, quienes viajaron, en una combi, desde Argentina hasta Guatemala con el fin de enseñar ciencias en comunidades rurales.

Los invitamos, entonces, a escuchar esta primera temporada y a compartir su retroalimentación en nuestras redes sociales.

Porque las historias de resiliencia no se agotan.