Mantener fuerte el sistema inmunológico es la manera de evitar diversos tipos de enfermedades. Este es una red de órganos, tejidos y células interconectados que tienen la misión de proteger el organismo ante agentes extraños.
Por esta razón, tener un sistema inmunológico sano es clave para hacerle frente a posibles afectaciones por bacterias y virus. Entre sus partes más características se encuentran la piel, las mucosas, los glóbulos blancos y varios órganos del sistema linfático, como las amígdalas o la médula ósea.
Cuando el organismo detecta sustancias extrañas que pretenden invadirlo, se pone en marcha la respuesta inmune y para cuidarlo hay que llevar una alimentación sana y balanceada. De hecho, según estudios, las personas con malnutrición son más susceptibles a las enfermedades infecciosas.
Entre los alimentos que debilitan el sistema inmunitario si son ingeridos en exceso, según el portal especializado en alimentación GastroLab, están:
1. Sal: un estudio publicado por la revista Science Translational Medicine y citado por el mismo medio, explica que la respuesta del sistema inmunológico puede verse afectada con el consumo de sodio, principal componente de la sal. Además, indica que el padecimiento de enfermedades autoinmunes aumenta.
2. Lácteos enteros: cuando se es chico, los lácteos deben ser parte de la alimentación para promover un crecimiento saludable. Sin embargo, con el pasar de los años hay que irlos eliminando para evitar problemas de inflamación en el estómago, en el sistema inmune y otras partes del organismo.
3. Azúcar: para nadie es un secreto que el abuso en el consumo de azúcar puede generar diversas afecciones al organismo. Por ejemplo, puede afectar el sistema inmunológico y aumentar el riesgo padecer de obesidad, enfermedades del corazón, diabetes y algunos tipos de cáncer.
4. Carnes rojas: suelen ser muy recomendadas para la salud si se comen de forma moderada. Incluso, su ingesta en exceso puede promover el padecimiento de enfermedades cardiovasculares.
5. Grasas saturadas y trans: las grasas no saturadas (presentes en pescados, aguacates, frutos secos y en los aceites de girasol, soja, canola y oliva) son preferibles a las grasas saturadas (presentes en la carne grasa, la mantequilla, el aceite de palma y de coco, la nata, el queso, la mantequilla clarificada y la manteca de cerdo).
Por el contrario, es posible recurrir a otros alimentos para fortalecer el sistema inmune:
- Alimentos que contengan vitamina C: según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la palabra vitamina viene del latin ‘vita’, que significa vida. Son varios los tipos de alimentos que contienen vitaminas que ayudan. La vitamina C se encuentra en el grupo de frutas cítricas como la guayaba, la naranja, la mandarina, el kiwi, el tomate e incluso en verduras de hojas verdes como el brócoli.
- Alimentos ricos en vitamina A: se encuentra en alimentos de origen animal y vegetal. Se caracteriza por ser de fácil absorción para el organismo. La mejor manera de adquirir vitamina A es a través del consumo de alimentos como el hígado, huevos, productos lácteos como la leche y la mantequilla
- Alimentos que contengan vitamina B: ayudan a las células del cuerpo a generar la energía que aportan los alimentos y a usar los nutrientes para reparar los tejidos. Fortalece los sistemas muscular, cardiovascular y gastrointestinal, beneficia el sistema inmunitario y disminuye enfermedades infecciosas en adultos mayores, según indica la FAO.
- Hidratar el cuerpo con agua: la falta de líquido en el cuerpo favorece el proceso de deshidratación, hace que el organismo pierda la energía y quede expuesto a una baja en el sistema de defensas.
- Consumir pescados y mariscos: son considerados fuente principal de ácidos grasos como el omega-3 y proteínas que favorecen el buen funcionamiento del sistema inmunitario.