El afán del día a día, la rutina en casa y la monotonía del trabajo son apenas algunos de los factores que pueden incidir en el desempeño de las personas en el ámbito laboral. Y es que, en ocasiones, acostumbrarse al ritmo de la vida puede conllevar a una pérdida de atención sobre el cómo se hacen las cosas, e ir casi que en modo automático.

A la larga, este comportamiento se traduce en malos hábitos que se reflejan en el desempeño de las funciones en el trabajo, así como en la vida personal y familiar. Los expertos explican que estas prácticas pueden propiciar la pérdida de productividad y poner en riesgo el puesto de una persona.

Identificarlas y ajustarlas a tiempo es la clave, según aseguran los conocedores en el tema, para que se reflejen los buenos resultados en el escenario profesional. Según detallan en un artículo de Universia, una de las principales actitudes negativas es el desánimo y la mala disposición para trabajar.

Lo anterior solo puede tener un resultado y es construir un ambiente inadecuado para el trabajo, lo cual termina afectando tanto a la persona en sí misma como a su equipo, de acuerdo con lo añadido por un docente de OBS Business School, en el portal de la institución.

Este comportamiento puede causar dificultades para el logro de los objetivos comunes, al tiempo que forma un aura de negatividad y malas energías alrededor del sitio de trabajo, lo que mantiene la indisposición, redunda en faltas de ganas para ir a la oficina y en el mal trato a los colegas.

Otro de los errores que se suelen cometer, aunque no siempre sea claro el impacto negativo que tiene, es continuar de largo la jornada. Muchas veces, al estar atrasados en alguna tarea, los colaboradores prefieren ‘seguir derecho’ y tratar de resolverla sin tomarse siquiera cinco minutos de descanso. De acuerdo con el portal de bienestar Salud180, esta es una de las malas prácticas que alteran la productividad.

Frente a la creencia de que se hace más si no se descansa, se contrapone el impacto negativo de no permitirle al cerebro distraer su atención un minuto, para poder refrescar las ideas y darle un momento al organismo para que se reponga.

De hecho, esta práctica se relaciona con otro de los malos hábitos que señalan desde Universia y es ser multitareas. Al respecto hay visiones encontradas, entre quienes defienden este estilo de trabajo como una estrategia aliada de la productividad y los que aseguran que es solo una manera de hacer más pero no siempre con mejores resultados.

La trampa del famoso multitasking es que tiende a exigir que la concentración se divida en más de una tarea, por lo que al final podría no estar haciendo bien todas ellas. En ese sentido, desde la ciencia se ha comprobado el efecto nocivo de este hábito, al sobre-exigir la capacidad del cerebro.

Al respecto, un estudio de la Universidad de Sussex, referenciado por el portal Mundo Psicólogos, determinó que, pese a los beneficios de hacer más de una cosa a la vez en términos de productividad, este ejercicio puede deteriorar la región del cerebro encargada de la cognición y la inteligencia emocional.

Two men are looking at documents in a business meeting. Women can be seen in the background talking to someone else. | Foto: Hinterhaus Productions 2016

En esa misma línea, otra de las malas prácticas que tienden a ser frecuentes en el ámbito laboral es la de aceptar una mayor carga laboral de la que se tiene. Lo anterior, cabe aclarar, no significa que no se deba ser solidario, colaborador y aportar en lo que más se pueda en la empresa, sino que se debe hacer de forma consciente, sin que ello entorpezca la función principal para la que fue contratada la persona.

Así pues, lo mejor es organizarse y entregar todas las tareas asignadas a tiempo, priorizando aquellas que están bajo cargo propio y evaluando la posibilidad de incluir una adicional.

Finalmente, el trabajo no puede conllevar a tener un estilo de vida poco saludable. Por lo que los expertos sugieren que las labores no deben interferir con los horarios de alimentación ni con la actividad física, pues cada una de estas tareas deben tener su espacio determinado durante el día, de lo contrario se favorece una desmejora en el bienestar.