Hace poco fue la felicidad y ahora es el pesimismo. Según un artículo publicado en la prestigiosa revista Science, importantes investigadores han descubierto que detrás de los temores, la ansiedad, el pesimismo y el mal genio hay un componente genético. El hallazgo de dos variaciones en un gene que afecta la forma en que las células cerebrales responden es lo que ha llevado a los científicos a pensar que hay tanto de fisiología como de sicología en este tipo de neurosis. El estudio encontró que el gene viene en dos versiones, una corta y una larga, y la primera no cuenta con muchas facilidades para reabsorber la serotonina, un importante neurotransmisor. Luego de analizar la personalidad y la sangre de 500 personas, los investigadores encontraron una significativa relación entre la presencia del gene corto y las neurosis. El 70 por ciento de los pacientes malgeniados poseía el gene en su versión corta. Aunque los científicos están seguros que el pesimismo hace parte de la lotería genética, aún no se ha establecido cuánto influye la biología en la personalidad. De acuerdo con estudios entre gemelos idénticos, los autores creen que la base genética puede contar para el 40 a 60 por ciento de las características de las variadas neurosis humanas, pero también creen que al menos una docena de genes están fuertemente asociados con la tensión, las preocupaciones, los temores, la inseguridad. Y según las sospechas de los investigadores este gene corto estaría también relacionado con la irritabilidad y el mal genio. Hasta ahora, los científicos que estudian el cerebro aseguraban tener localizado el punto donde está registrada la felicidad y, de hecho, numerosos estudios han encontrado una fuerte relación entre el estado anímico de las personas y el índice de actividad neurológica. Y así como está visto que aquellos con relativamente más actividad en el área izquierda son personas más entusiastas, aquellos cuyos neurotransmisores tienen menos actividad son nerviosos, malgeniados y pesimistas.