El colesterol es una sustancia similar a la grasa y el organismo la requiere para su normal funcionamiento. Está presente en las membranas celulares y el cuerpo la usa para la fabricación de hormonas, ácidos biliares, vitamina D y otras sustancias.

Sin embargo, cuando sus niveles aumentan en la sangre y además se deposita en las arterias puede ser peligroso y producir ateroesclerosis, que es el estrechamiento o endurecimiento de estos vasos sanguíneos; dificultando la circulación.

La Fundación Española del Corazón asegura que cuando el colesterol se eleva, las personas corren el riesgo de sufrir un infarto del miocardio. De igual forma, si las células son incapaces de absorber todo el colesterol que circula por la sangre, el sobrante se deposita y forma placas en las arterias.

La biblioteca médica Medline Plus indica que la causa más común del colesterol alto es un estilo de vida poco saludable. Aquí se incluyen malos hábitos alimenticios como la ingesta de grasas dañinas. En la lista destacan las saturadas que se encuentran en algunas carnes, productos lácteos, chocolate, alimentos horneados, procesados y fritos. También son peligrosas las grasas trans que se encuentran especialmente en productos industrializados.

A esto se suma la falta de actividad física, con mucho sedentarismo, y el hábito de fumar, que con frecuencia aumenta los niveles de colesterol, particularmente en LDL, conocido como “malo”.

Legumbres

Así las cosas, la alimentación es la clave para mantener los niveles de colesterol adecuados en el cuerpo. En este sentido, científicos de Harvard destacan los beneficios de las legumbres y asocian las dietas ricas en estos alimentos con un menor riesgo de que los niveles de esta sustancia se incrementen en el cuerpo.

Estudios realizados por investigadores de la mencionada institución universitaria y publicados en JAMA Internal Medicine y en Americal Journal of Hypertension, señalan que una alimentación rica en lentejas, garbanzos, alubias y otros tipos de legumbres son favorables para la salud del organismo.

Son productos que reducen la posibilidad de desarrollar enfermedades como la obesidad o la diabetes, así como patologías relacionadas con la tensión arterial y padecimientos cardiovasculares e infartos.

“De hecho, comer legumbres todos los días puede tratar eficazmente estas enfermedades en personas que ya las padecen”, precisa un artículo del medio digital Business Insider, al citar información del portal médico de la universidad.

Estos alimentos se caracterizan por ser ricos en fibras lo cual es favorable, pues según precisa el instituto de investigación Mayo Clinic, de cinco a 10 gramos o más de fibra soluble pueden reducir el colesterol LDL.

Las legumbres, además, ayudan a que las personas tengan huesos fuertes y sanos, gracias a que proporcionan proteínas que pueden mejorar la salud de la estructura ósea y mantener a raya enfermedades como la osteoporosis.

Gracias a su riqueza en proteínas, las legumbres también ayudan en el crecimiento y la fuerza de los músculos y aceleran el proceso de reparación de lesiones. De igual forma, favorecen la pérdida de peso gracias a que generan sensación de saciedad, lo que evita que las personas estén comiendo de manera recurrente.

Los alimentos a evitar

Dado que la alimentación es la forma más efectiva de mantener los niveles de colesterol bajo control, hay alimentos a los que se les debe decir adiós o minimizar al máximo su consumo, según el portal de bienestar y salud, Tua Saúde. Estos son algunos de ellos.

- Vísceras de los animales como hígado, riñones y corazón.

- Embutidos como salchichas, chorizos, tocino, salchichón y jamón.

- Carnes rojas ricas en grasas.

- Leche entera, yogures con azúcar, mantequilla y manteca.

- Quesos amarillos y queso crema.

- Salsas de tomate, mayonesa y BBQ, entre otras.

- Aceites y frituras en general.

- Comidas procesadas, congeladas y prefabricadas.

- Bebidas alcohólicas.