La carne es uno de los alimentos más populares a nivel mundial debido a su versatilidad en la preparación y su rico valor nutricional. Esta fuente proteica es apreciada por su capacidad para adaptarse a diversas recetas culinarias. Además de ser una fuente esencial de proteínas, la carne es rica en vitaminas y minerales fundamentales para el correcto funcionamiento del organismo.

Entre sus nutrientes destacados se encuentra la vitamina B12, así como minerales como el zinc, el fósforo, el selenio, entre otros. Estos elementos desempeñan un papel crucial en diversos procesos biológicos que van desde la formación de tejidos hasta el fortalecimiento del sistema inmunológico.

A pesar de los múltiples beneficios que aporta al cuerpo humano, es importante resaltar que consumir carne en mal estado puede representar un riesgo significativo para la salud.

Es importante congelar la carne para su conservación. | Foto: Getty Images

¿Qué le pasa al cuerpo si come carne en mal estado?

Lo más importante a considerar es el riesgo de sufrir una intoxicación alimentaria, cuyos síntomas pueden incluir vómitos, dolor abdominal, diarrea, fiebre, escalofríos y fatiga. Sin embargo, no siempre se trata de un virus transitorio; existen enfermedades bacterianas más graves que pueden desencadenarse, como la Salmonella.

Según informa Mayo Clinic en su sitio web oficial, la infección por Salmonella es causada por una bacteria que habita en el cuerpo humano y en animales, siendo excretada a través de las heces. Esta bacteria se transmite principalmente a través de alimentos contaminados. Aunque la mayoría de las personas infectadas pueden recuperarse en pocos días sin necesidad de un tratamiento médico específico, la Salmonella puede provocar complicaciones graves, especialmente en personas vulnerables.

La carne descompuesta puede provocar Salmonella. | Foto: Carmen Martinez Torron

A pesar de que la diarrea es uno de los síntomas característicos de esta enfermedad, la deshidratación es un riesgo importante. En tales casos, es crucial buscar atención médica para evitar complicaciones que puedan afectar la salud en general.

Una de las causas comunes de la proliferación de esta bacteria en el cuerpo humano es el consumo de alimentos o agua contaminados con heces de animales. En el caso específico de la carne, especialmente la de res, es posible que la contaminación fecal haya ocurrido durante el procesamiento, lo que afecta la calidad y seguridad del producto final.

¿Cómo saber si la carne está dañada?

Algunos expertos hacen hincapié en la importancia de que las personas examinen detalladamente dos aspectos clave antes de consumir cualquier pieza de carne: su textura y su olor. ¿Cómo pueden determinarlo?

Un método simple es utilizar el dedo pulgar para realizar un análisis táctil. Al presionar su pulgar sobre la carne, si esta mantiene la forma de su dedo, es una señal positiva; sin embargo, si al hacerlo nota una textura pegajosa o viscosa, es mejor descartar ese trozo de proteína, ya que podría estar en mal estado.

El sentido del olfato es también un aliado confiable en esta tarea. Desde el momento en que acerque la carne a su nariz, si percibe un olor rancio o no característico, es un claro indicio de que está deteriorada y no es apta para el consumo.

Hay diferentes formas de lograr una buena congelación. | Foto: © 2020 DigiPub

Para conservar la carne de manera adecuada, es fundamental no romper la cadena de frío y evitar prolongar su tiempo de refrigeración más allá de los 6 meses. Mantenerla siempre a una temperatura constante de -18 °C garantizará su frescura y calidad.

La mejor forma de guardar la carne en la nevera

Aunque muchas personas optan por almacenar la carne en bolsas para maximizar el espacio en el refrigerador, esta práctica no es muy higiénica, ya que puede permitir la infiltración de aire, lo que a su vez favorece la contaminación y la proliferación de bacterias.

En cambio, los expertos recomiendan utilizar recipientes herméticos para almacenar la carne, lo que garantiza su calidad y previene su deterioro prematuro.