El ajo es una planta perteneciente a la familia Allium (cebolla) y está estrechamente relacionada con las cebollas, los chalotes y los puerros. De origen centro asiático, es uno de los ingredientes fundamentales de la cocina mediterránea, sin embargo, es adoptado hoy en día por muchas cocinas en el mundo.
Hay muchas variedades de ajo, siendo el más común el ajo blanco. Lo hay también rosa o morado, gigante y miniatura. El ajo posee un alto valor nutritivo y contiene muy pocas calorías, rico en vitamina C, vitamina B6 y manganeso.
Así mismo, este producto disminuye niveles de colesterol y contiene antioxidantes que protegen contra el daño celular y el envejecimiento. Según una publicación del Gobierno de México, el ajo puede disminuir el riesgo de sufrir Alzheimer y demencia.
Además, la institución indica que esta planta cuenta con propiedades curativas, siendo un aliado de nuestro aparato digestivo, ya que nos ayuda a prevenir inflamaciones estomacales y favorece la eliminación de bacterias dañinas en los intestinos.
También, cuenta con efectos diuréticos, causados por la acción de sus aceites esenciales y sus azúcares de bajo peso molecular. Además, reduce la presión arterial, gracias a que estimula la producción de ácido sulfhídrico, el cual relaja los vasos sanguíneos y mejora el flujo de la sangre en el organismo.
A la vez, el ajo contribuye a prevenir y reducir el endurecimiento de las arterias que dificulta la circulación. Se considera un excelente diurético, facilitando la eliminación de líquidos y toxinas; y por último, en recientes estudios el ajo parece tener resultados especialmente buenos en la prevención de los distintos tipos de cáncer que afectan al tracto gastrointestinal.
Por otro lado, el portal especializado en belleza Panorama, explicó que el ajo es un ingrediente que puede mejorar la apariencia de las manos pues rejuvenece la piel y la mantiene hidratada. Los componentes antioxidantes de este productos también ayudan a reducir las manchas ocasionadas por la edad y el sol.
Los componentes necesarios para utilizar el ajo correctamente con este propósito son: una cucharada de miel, una cucharada de azúcar, una cucharada de bicarbonato, una cucharada de limón y un diente de ajo.
Preparación y uso:
1. En un recipiente mezclar la miel, el azúcar y el bicarbonato.
2. Añadir una cucharada de limón y seguir mezclando hasta obtener una mezcla homogénea.
3. Colocar el diente de ajo, revolver en círculos suaves y dejar reposar unos minutos.
4. Lavar las manos para que los ingredientes penetren correctamente.
5. Tomar un poco de mezcla con la manos y masajearlas de abajo hacia arriba.
6. Coger el diente de ajo que se puso en el recipiente y pasarlo por las manos.
7. Enjuagar con agua fría.
8. Utilizar la preparación dos veces al día para ver los resultados.
Además de el remedio mencionado anteriormente, existen otros productos naturales para mantener esta parte del cuerpo en condiciones saludables. Algunas de estas son:
- Aceite de oliva: si bien a este producto se le conoce más por sus usos culinarios, también puede ayudar a mantener las manos suaves y sin arrugas. Este producto se debe aplicar diariamente y realizar masajes durante cinco minutos.
- Vaselina: este es un hidratante oclusivo, es decir, que forma una barrera en la piel y la repara, evitando que pierda agua.
- Aloe vera: esta planta contiene propiedades hidratantes naturales que ayudan a retener la humedad en la piel y prevenir signos de envejecimiento prematuro como arrugas. Además, el gel contiene polisacáridos que estimulan la regeneración de la piel.
- Aceite de coco: es un emoliente natural, lo que significa que llena los huecos de la piel. Además, la protege de los rayos ultravioleta (UV) del sol.