Cuando se habla de funciones cognitivas se hace referencia no solo a la memoria y el aprendizaje, sino también a aspectos como la atención, el lenguaje, la percepción, la orientación y hasta el nivel de inteligencia.
Por ello, la estimulación del cerebro durante todas las etapas de la vida es clave. Ejercitarlo y llevar hábitos de vida saludables es muy importante para evitar que se presente deterioro cognitivo, para mantener la memoria y para minimizar la posibilidad de demencia en la vejez.
Si no se estimula, este órgano puede atrofiarse, acomodarse y perder capacidades. Por esta razón, si se quiere mantener joven, mejorar la memoria, la creatividad, la concentración y alcanzar un envejecimiento saludable, se tienen que poner en marcha una serie de acciones tendientes a estimularlo.
La ciencia ha demostrado que algunos métodos pueden ejercitar no solo el cerebro, sino la memoria. Mantenerse activo y desarrollar actividades para proteger la salud ayuda a que las personas puedan tener una mejor condición cerebral.
Por ejemplo, el portal Cuerpo Mente cita un estudio realizado en Corea del Sur, que propone tomar un suplemento de ácido docosahexaenoico (DHA), realizar ejercicio físico de resistencia y ayunar.
De acuerdo con este sitio web, el ayuno y el ejercicio le hacen bien a las neuronas. Indica que “tanto las sesiones de ejercicio enfocadas a aumentar la resistencia como el ayuno estimulan el cerebro mediante el incremento de las respuestas a los cuerpos cetónicos (que sirven de fuente de energía para las neuronas durante el ayuno)”.
Así mismo, indica Cuerpo Mente, que cuando el ejercicio se realiza por la mañana resulta muy efectivo debido a que los ritmos circadianos modulan la plasticidad sináptica y si adicional a esto se realiza al libre y bajo la luz solar se incrementan los niveles de serotonina, conocida como la hormona de la felicidad.
“El ayuno, por su parte, hace que las neuronas pasen a obtener su energía de los cuerpos cetónicos en lugar de la glucosa. En ese modo energético, las neuronas resultan estimuladas”, precisa la citada fuente.
En el caso del DHA, se trata de un ácido graso de la familia omega-3, el cual es muy favorable para la salud del cerebro y para mantener un adecuado funcionamiento de este órgano, a la vez que ayuda a tener unas condiciones favorables en la visión.
Otras opciones
Otras alternativas para estimular y mantener el cerebro son, por ejemplo, la práctica de experiencias que no sean frecuentes y que generen niveles de bienestar y satisfacción. Los viajes, la salida a lugares desconocidos o la lectura de un libro nuevo pueden ayudar, según un artículo publicado en la revista de sicología La Mente es Maravillosa.
Esto se debe a que cuando el cerebro se mantiene en una zona de confort, la mente se vuelve perezosa de manera progresiva, por ello sacarlo de la misma ayuda a su estimulación.
La Escuela de Medicina de Harvard plantea, por su parte, que otra de las formas de estimular el cerebro es involucrando todos los sentidos en diferentes procesos y actividades diarias, con la idea de que este órgano retenga varios conceptos y caiga en una especie de adivinanza. A través del olfato o el gusto, el cerebro es capaz de memorizar e identificar rápidamente las cosas, lo que ayuda a que se mantenga activo.
Por último, manejar la ansiedad y el estrés también es clave, pues se trata de padecimientos que afectan directamente el cerebro, según una investigación realizada por la Academia Estadounidense de Neurología en 2018. Una de las formas de hacerle frente a estas situaciones es eliminando pensamientos negativos y para ello se puede recurrir a métodos como la meditación y las respiraciones profundas.
Los especialistas indican que cualquier actividad que se realice con miras a estimular este órgano es clave para mantener su salud a largo plazo.