Cuidar la salud del corazón es vital para prevenir afecciones como cardiopatías, insuficiencia cardíaca y ataques a este órgano. Estos padecimientos están muy relacionados con obstrucciones que impiden que la sangre fluya de forma natural hacia el corazón.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que con frecuencia estos inconvenientes tienen que ver con la aterosclerosis, una afección que se presenta cuando la grasa y el colesterol se acumulan en las paredes de las arterias.
A esta acumulación se le denomina placa, la cual con el paso del tiempo puede estrechar los vasos sanguíneos y causar problemas en todo el cuerpo. Si una arteria resulta obstruida, esto puede llevar a que se presente un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular.
Los expertos aseguran que los ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares (ACV) suelen tener su causa en la presencia de una combinación de factores de riesgo, tales como el tabaquismo, las dietas malsanas y la obesidad, la inactividad física, el consumo nocivo de alcohol, la hipertensión arterial, la diabetes y la hiperlipidemia.
Pescado graso para el corazón
Así las cosas, la alimentación es determinante para cuidar la salud de este órgano, cuyo trabajo y funciones son vitales para todas las personas y uno de los productos que no debería faltar es el pescado graso, el cual es saludable para bajar lípidos de la sangre como es el caso de los triglicéridos.
Esto se debe principalmente a su contenido de ácidos grasos omega-3, esenciales para cuidar el organismo, no solo el corazón. Tanto las Guías Alimentarias para los Estadounidenses como la Asociación Americana del Corazón recomiendan comer dos porciones de pescado graso por semana para reducir el riesgo de enfermedad cardíaca y derrame cerebral.
Dentro de las opciones a las que se puede recurrir están el salmón, el arenque, las sardinas, el atún y la macarela (caballa), dado que son de los más ricos en el mencionado nutriente.
En torno a este tema, la Fundación Española del Corazón explica que los diferentes tipos de grasas dependen de los ácidos grasos que las componen, y los omega-3 juegan un rol muy beneficioso en el organismo, ya que son los encargados de estabilizar el metabolismo de las grasas gracias a que disminuyen el nivel de colesterol LDL, que es conocido popularente como “malo”, al tiempo que incrementan la cantidad de bueno (HDL). Esto, de acuerdo con la mencionada institución, tiene un efecto crucial en la salud cardiovascular, porque logra reducir la incidencia de las enfermedades cardiovasculares.
Beneficios de los ácidos omega-3
Los expertos aseguran que estos ácidos benefician la salud del corazón al hacer lo siguiente:
- Disminuir los triglicéridos
- Bajar ligeramente la presión arterial
- Reducir la coagulación de la sangre
- Reducir los latidos irregulares del corazón
Otros alimentos que contienen este tipo de ácidos son:
- Semillas de lino y aceite de linaza
- Nueces
- Aceite de canola
- Soja y aceite de soja
- Semillas de chía
- Verduras de hoja verde
- Cereales, fideos, lácteos y otros alimentos fortificados con ácidos grasos omega-3
En general, para cuidar la salud del corazón es importante reducir la ingesta de grasas. Es importante incluir alimentos de grasas monoinsaturadas como el aceite de oliva virgen y el aguacate. Y aquellos con grasas poliinsaturadas (especialmente ácidos grasos omega 3).
De igual manera, los productos ricos en fibra como las frutas y verduras, legumbres, cereales integrales, debido a que una de sus características es que retrasan la absorción de grasas y azúcares.
Por el contrario, el alcohol, azúcar simple y cereales refinados no deben hacer parte de la dieta, pues es una de las mejores formas de mantener un peso adecuado y de controlar triglicéridos y colesterol. También se deben evitar alimentos que contengan teína o la cafeína y aquellos ricos en sodio, pues inciden directamente en la presión arterial.
En conclusión, según los expertos, la mejor forma de evitar complicaciones de salud relacionadas con el corazón es adoptando hábitos de vida saludables que incluyan una alimentación equilibrada y la práctica regular de ejercicio.
Referencia científica:
Efectos cardiovasculares de los ácidos grasos omega-3 y alternativas para incrementar su ingesta