El sistema inmune está compuesto por una compleja red de órganos, tejidos, células y sustancias específicas que son capaces de reconocer millones de microbios diferentes y de destruir con eficacia los cuerpos extraños que lleguen al organismo. Asimismo, es el encargado de detectar tempranamente y eliminar células que dejan de funcionar en el cuerpo y que podrían dar origen a algún tipo de cáncer.
Según Cinfasalus, cuando el sistema inmunitario reacciona ante una de dichas infecciones o enfermedades, se da una respuesta que se conoce como inflamación, la cual es producida por el desplazamiento de los glóbulos blancos hasta el punto del organismo en el que están actuando los microorganismos infecciosos. Dicho sistema también está compuesto por glóbulos rojos, que tienen como función principal transportar oxígeno a los tejidos corporales e intercambiarlo por dióxido de carbono, el cual es transportado y eliminado por los pulmones.
De esta manera, “la hemoglobina es el componente más importante de los glóbulos rojos y está compuesto de una proteína llamada hemo, que fija el oxígeno, para ser intercambiado en los pulmones por dióxido de carbono”. Sin embargo, sus niveles se deben regular, dado que cuando hay una alta cantidad de hemoglobina en la sangre, podría ser indicativo de policitemia, una enfermedad rara en la sangre, y cuando los niveles son bajas, usualmente esto indica que una persona tiene anemia.
Para regular esto, es fundamental llevar buenos hábitos de vida como una alimentación saludable. De hecho, existen alimentos con un alto valor nutritivo como la espirulina, una microalga que mejora la salud del sistema inmunológico. De acuerdo con el portal web Cuerpo y Mente, la espirulina contiene una gran riqueza en clorofila, el cual es detoxificador de la sangre, y su elevado valor nutricional la ha convertido en un superalimento reconocido por las Naciones Unidas para combatir la anemia y la malnutrición.
Cuando una persona padece problemas de anemia, este alimento como tal “incrementa la hemoglobina, mejora la calidad de la sangre y aumenta la producción de glóbulos rojos, gracias a su elevada riqueza en hierro, su gran concentración en clorofila y su contenido en ficocianina, un pigmento azul que ayuda a inducir la producción de células madre en la médula ósea”.
Adicional a ello, este tipo de alga también fortalece la inmunidad, incrementando la producción de anticuerpos y citoquinas, incluidos interferones e interleucinas, los cuales desarrollan una mayor protección frente a virus y microbios y mejora el estado inmunológico.
Así se puede consumir este alimento
De acuerdo con información suministrada por el portal en mención, la espirulina se puede consumir en cápsulas o tabletas, y también en polvo para añadir a las recetas. “La cantidad aconsejada para niños (2-9 años) y primerizos es de 3-5 g diarios; a niños de más edad (10-18 años) y adultos, 6-10 g; la dosis terapéutica se sitúa en 11-20 g”.
Cabe mencionar que antes de consumir este tipo de alimentos, es fundamental consultar a un especialista en salud, dado que no es muy recomendado para las personas que están en estado de embarazo, lactantes y personas con insuficiencia renal o tiroidismo.
Otros beneficios de la espirulina
- Mejora la visión: gracias a su alto contenido en provitamina A y zeaxantina, a las cuales se le atribuyen propiedades beneficiosas, mejora la visión en casos de degeneración macular o ceguera nocturna.
- Favorece el cuero cabelludo: sus proteínas, vitaminas del grupo B y minerales como el zinc, las células del cabello se nutren y estabilizan, lo que le da un aspecto más fuerte y brillante. “Los ácidos grasos esenciales ayudan a mejorar la circulación y a evitar su caída. Lo mismo sucede con las uñas y la piel”, indica Cuerpo y Mente.