El ombligo, ese misterioso hoyo que todo ser humano tiene en la parte media del abdomen corresponde a una huella dejada por el cordón umbilical el día del nacimiento. A pesar de que a aquel orificio no tiene grandes funciones una vez se deja de ser bebé, suele ser el recuerdo de la conexión física que una vez se tuvo con mamá.
Existen varias formas de ombligo, algunos de ellos tienen con una protuberancia direccionada hacia el exterior del cuerpo, otros son ovalados o circulares. El más común tiene su pequeño espacio en forma de hoyo hacia adentro del vientre.
Existen procedimientos estéticos que buscan corregir el aspecto de ombligos cuyos dueños no se sienten satisfechos.
Debido a su forma, ubicación y la poca atención que se le da al ombligo, este puede llegar a almacenar hasta 2 mil especies de bacterias diferentes. A esta cifra llegó un estudio en el que participaron siete universidades de Estados Unidos, según explicó el portal experto en temas de salud, Cuidate Plus.
“De forma más detallada, la investigación revela que, en realidad, la gran mayoría de estas especies de bacterias se encontraron en muy pocas personas. En este sentido, de las 2.368, 2.188 estaban presentes en menos del 10 % de las muestras. Por otra parte, se encontraron solo 8 tipos de bacterias en más del 70 % de los individuos”, explica.
Muchas personas, con frecuencia, pasan por alto la higiene de esta parte del cuerpo por ser tan diminuta y, a pesar de que no cumple ninguna función en el organismo, es fundamental cuidarlo correctamente. Por ejemplo, si una persona no limpia con frecuencia esta zona, el ombligo puede adquirir un olor desagradable en el que se podrán acumulan múltiples bacterias.
Se suele tener la creencia de que los cuidados del ombligo se deben llevar a cabo en los bebés, luego con el paso del tiempo esta zona del cuerpo se deja olvidada y a merced de las bacterias. En algún momento puede haber la presencia de pus en el ombligo, esta es una clara señal de que se está presentando una infección en la zona.
Existe una forma de infección en el ombligo llamada onfalitis, esta puede afectar también a los adultos. Esta puede producir síntomas como hinchazón en el área, exudación (expulsión de fluidos) y un olor desagradable en el ombligo.
Según explica el portal ‘Médicos y sus Pacientes’, esta infección tiene una evolución lenta y a pesar de no ser muy conocida por la gente del común, se presenta con alta frecuencia.
“La onfalitis del adulto suelen ser localizada, de evolución lenta y crónica que, generalmente, se relaciona con la falta de una buena higiene del ombligo y aunque no es muy conocida esta patología, aparece con bastante frecuente”, señala.
Además, asegura que este tipo de infección es mucho más conocida en niños recién nacidos, quienes son más propensos por su constante exposición del ombligo a pocos días de ser cortado.
“La onfalitis más conocida es la que presentan algunos recién nacidos, que se produce por contaminación del cordón umbilical durante su sección o por deficientes cuidados postoperatorios, debido a la infección de los gérmenes causantes por los vasos linfáticos y sanguíneos de la zona”, añade.
En el caso de los adultos es importante visitar al médico (en especial al dermatólogo), para que realice la evaluación correspondiente los síntomas, si se trata de onfalitis lo más probable que la infección sea atacada con un tratamiento de antibióticos.
La recomendación es a no descuidar la higiene del ombligo, el cual gracias a su poco contacto con la luz y el aire es el lugar perfecto para que las bacterias encuentren un paraíso.