Un gran hallazgo se anotaron los científicos de la Universidad de California en San Diego al desarrollar un parche, del tamaño de una estampilla, con el cual es posible leer muchos datos cruciales del organismo. Además de los vitales como el pulso, desde la piel el parche puede dar información sobre la tensión arterial, el ritmo cardiaco y el ejercicio, así como sobre cuánta glucosa, lactosa, alcohol y cafeína hay en la sangre.
Los científicos reconocen que se trata de un hito en el campo de la tecnología usable, cuya función es brindar información para mejorar la salud de las personas. Desde ya se le ven muchas aplicaciones. Podría servir para controlar pacientes que tengan dificultades para ir al médico, o también para el monitoreo remoto. Sin embargo, otros destacan que la gran ventaja de este parche es que permite tener información a la mano sin necesidad de técnicas invasivas como inyecciones y catéteres. El estudio apareció en la revista Nature Biomedical Engineering.
Una buena Infancia no garantiza adultos felices
Siempre se ha creído que una infancia feliz previene de problemas mentales en el futuro, pero de acuerdo con un nuevo trabajo de las universidades del Sur de Australia y de Canberra, esto no siempre es así. El estudio, publicado en la revista Current Psychology, examinó cómo las experiencias tempranas predicen las vivencias en el futuro y cómo estas se asocian a una salud mental poco saludable.
Aunque la gente que tiene eventos adversos en la niñez tiene más tendencia a desarrollar problemas como depresión y paranoia, los niños que crecen en un ambiente estable y comprensivo también tienen riesgo de presentar síntomas de ansiedad en la adultez. Por eso, los autores de la investigación creen que la diferencia está en la manera como cada uno se adapta o no a esos escenarios. “Esto muestra que las condiciones de salud mental no las determinan los eventos tempranos de la vida, sino que podrían darse más tarde”, señalaron los investigadores.
Oír bien prevendría la demencia
Las ayudas auditivas en las personas mayores de 50 años podrían prevenir, o al menos demorar, la aparición de demencia en por lo menos cinco años. Esto es así según una reciente investigación que por primera vez analizó el vínculo que hay entre escuchar bien y este mal neurodegenerativo en pacientes con deficiencia cognitiva leve.
Esta condición se presenta cuando hay dificultades de memoria, pero no demencia propiamente dicha. El trabajo mostró que un tercio de la muestra, que incluyó a 2.114 personas de esta edad y que tenían diagnóstico de deficiencia cognitiva leve, no desarrolló ningún síntoma de demencia el siguiente quinquenio. En contraste, 81 por ciento de aquellos que no tenían dichos audífonos presentaron la enfermedad.
El hallazgo es un primer paso para entender cómo están conectadas la pérdida de la audición y la demencia, y podría resultar en la recomendación por parte de los médicos usar este tipo de aparatos para amplificar el sonido, cuando sea necesario.
Diabéticos de 40 años en igual riesgo a mayores de 60
Científicos de la Universidad de Exeter encontraron que los pacientes con diabetes tipo 2 a los 40 años tienen el mismo riesgo que una persona no diabética de 60 años de morir de covid-19. Este hallazgo es importante porque la vacunación se ha basado en el riesgo que supone la edad frente a la covid-19. Estos ciudadanos tendrían la misma exposición que uno de 60 años y, sin embargo, están en las fases segunda y hasta tercera de inmunización.
El trabajo, publicado en la revista Diabetología, trianguló información de varios estudios y evidenció un riesgo similar y desproporcionado en la gente de 40 años con diabetes de ser admitido o morir por covid-19. Como lo dijeron los autores de la indagación, “hay evidencia clara de que estas personas deberían tener prioridad en la vacunación”, pues aunque por la edad tienen muy bajo riesgo, por cuenta de su diabetes tipo 2 la exposición aumenta considerablemente.