El cuidado de la salud cardíaca y el sistema circulatorio de manera general, es uno de los pilares claves para mantener un bienestar integro en el cuerpo humano, este a través del corazón no solo se encarga de proporcionar el soporte vital de todo individuo, sino que además le brinda un torrente sanguíneo que nutre y fortalece al cuerpo humano.
Este torrente sanguíneo se encarga de manera puntual de transportar la sangre a través de todo el sistema, al llevar consigo distintas sustancias y elementos que son de gran beneficio para el cuerpo humano, como por ejemplo, las vitaminas, nutrientes y minerales, absorbidos de forma puntual a partir de los alimentos y del consumo de ciertos productos en el día a día.
Sin embargo, para que estas funciones se presenten de manera adecuada, es importante que el organismo cuente con venas, arterias y vasos que tengan un estado saludable, siendo estas las estructuras a través de las cuales pasa la sangre permitiendo así que continúe su trayecto rumbo al resto del organismo.
Un mal cuidado de estos tejidos o de los niveles de sustancias como el colesterol, la glucosa, o los triglicéridos en la sangre, puede llevar a obstrucciones que dificulten el desarrollo de las labores circulatorias, perjudicando gravemente al cuerpo humano, y dando paso a un factor de riesgo dentro de este, ya que es posible que empiece a aumentar la presión arterial, el bombeo de sangre, la frecuencia cardíaca, y por consiguiente, los riesgos de sufrir accidentes cerebrovasculares, al detener el flujo de sangre al cerebro.
Este tipo de enfermedades suelen ser de las más temidas por los seres humanos, por la forma en que arriesgan la vida y su desarrollo adecuado, por lo que es muy importante estar atento a ciertas señales, como por ejemplo, hinchazón de venas o coloración de las mismas, con el fin de poder detectar estas afectaciones y tratarlas en la brevedad de lo posible.
Sin embargo, es necesario tener en cuenta que existen algunos descuidos puntuales, los cuales pueden ser los culpables de generar estas dificultades, como por ejemplo lo puede ser una mala alimentación, o el consumo de productos muy altos en grasas saturadas, sodio, u otros compuestos difíciles en su digestión, y que de manera acumulada pueden ser un riesgo para el organismo.
Aún así, aunque estos son los más reconocidos, es importante tener en cuenta otros ingredientes que también pueden ser de gran riesgo para la salud, al pasar desapercibidos, como lo es por ejemplo, el azúcar libre, según reseña el portal, Boa Saúde.
De acuerdo con esta fuente, distintos estudios han descubierto que las dietas con exceso de este consumo, presentan mayores riesgos para el bienestar cardíaco, siendo un elemento de gran presencia en alimentos como galletas, dulces, refrescos o jugos, presentando una acción nociva en su ingesta constante.
Esto fue establecido gracias a un estudio puntual, realizado por la Universidad de Oxford en Reino Unido, la cual analizó los hábitos alimenticios de 110.000 personas, con edades entre 37 y 73 años, descubriendo que por cada aumento en un 5 % del consumo de este tipo de azúcares, la salud cardíaca se veía afectada en un 6 % al aumentar sus posibilidades de sufrir enfermedades cardiovasculares en al menos un 10 %.
Teniendo esto en cuenta, es cada vez más relevante construir una dieta rica y balanceada, la cual brinde nutrientes positivos y de beneficio para el organismo, en lugar de este tipo de compuestos, los cuales consumidos de manera excesiva, pueden representar una afectación grave para la salud, y el sostenimiento de la misma en una tónica de bienestar, por lo que es importante generar conciencia alrededor de esta temática y sus distintos efectos.