Con la llegada de las altas temperaturas y en especial en la región Caribe, hay un virus peligroso que hace presencia. Se trata del norovirus, el cual es altamente contagioso a tal punto que provoca vómitos y diarrea repentinos. Desde Cartagena han informado que los casos de contagio han aumentado.
Los expertos de los Centros para el Control y Atención de Enfermedades (CDC) explican que el virus causa diarrea y vómitos, pero los pacientes también pueden desarrollar fiebre. En general, la afectación va ligada al sistema digestivo. Normalmente, las personas defecan cada uno, dos días, durante cada comida, o de tres a diez días.
El norovirus se propaga comúnmente a través de agua o alimentos contaminados, o a través de superficies contaminadas, pero también puede transmitirse por el contacto con una persona que tiene esta infección. Sin embargo, llevar una rutina de mala hidratación o alimentarse de agua no potable con moscas cerca, también son detonantes para contagiarse.
Con base a la información de expertos de El Universal, este virus puede ser contagiado a persona, dado que puede infectarse con facilidad y enfermarse si no tiene las defensas fuertes. A veces se le dice gripe estomacal o virus estomacal a la infección por norovirus. Sin embargo, la enfermedad por norovirus no está relacionada con la influenza (gripe), la cual responde a otra clase de bacterias.
Teniendo en cuenta los hábitos de digestión, la diarrea ocurre cuando aumenta el número de deposiciones por día y disminuye la consistencia de las deposiciones normales. Es decir, las heces se ablandarán a tal punto de ser una mezcla entre sólido y líquido. Una de las muchas bacterias responsables de esto es norovirus.
Los síntomas de las deposiciones de la diarrea son inusuales. Básicamente, hay fluidos voluminosos, acompañados de dolor abdominal como hormigueo y cólico, náuseas y vómitos. Estos síntomas duran en promedio de uno a tres días cuando el virus está presente en el cuerpo.
La duración de la fiebre en los pacientes se limita a uno-tres días o de cuatro a cinco días. Sin embargo, cuando el norovirus está presente en el cuerpo, esta condición puede continuar más días, dependiendo del estado de defecación y el grado de aumento en el número de deposiciones diarreica.
Cuando una persona tiene diarrea, consecuentemente pierde agua y electrolitos. En ese orden de ideas, si se contagia con el virus, pero no presenta vómito, se puede rehidratarse en casa con papeletas de suero oral o sales de rehidratación oral, que se consiguen en farmacias.
Empero, cuando se presenta el vómito y se hace persistente ya no podrá tomar nada porque todo lo que tome será liberado. Por lo tanto, se requiere acudir rápidamente a un centro de salud para poner en marcha el tratamiento adecuado, en el cual se requiere canalizar a la persona afectada y hacerle la reposición de líquidos y electrolitos de forma endovenosa.
Este virus es más peligroso en pacientes en edades extremas, como es el caso de bebés recién nacidos o lactantes y adultos mayores de 60 años. Igualmente, es más dañina en personas con enfermedades como diabetes, hipertensión y problemas renales.
A los mínimos síntomas, estas personas deben ser llevados al médico apenas se les presenten. El proceso de deshidratación y desequilibrio electrolítico es muy rápido y puede conllevar a complicaciones de mayor gravedad, especialmente porque están con bajas defensas o enfermedades crónicas que los hacen más susceptibles a las pérdidas del organismo.
Al entrar en contacto con un paciente con los síntomas, los expertos aseguran que se requiere lavarse las manos. En el caso de las madres, el cuidado de limpieza debe ser más estricto con los bebés. El correcto lavado de manos, evitar el contacto con las secreciones que orina durante la diarrea y, en todo caso, tener hábitos de limpieza positivos serán positivos a la hora de evitar la propagación del norovirus.