La ingesta de frutas y verduras no debe faltar en la alimentación diaria de niños y adultos, pues se trata de productos que le ofrecen al organismo una serie de nutrientes clave para conservarse saludable. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda ingerir al menos 400 gramos diarios de los mismos.
El consumo regular de estos alimentos ayuda a prevenir diversas enfermedades no transmisibles como las cardiopatías, el cáncer, la diabetes y la obesidad.
Datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) indican que la ingesta insuficiente de frutas y verduras es la causa de alrededor del 14 % de las muertes por cáncer gastrointestinal en todo el mundo, del 11 % de las que se registran por cardiopatías isquémicas y del 9 % de los decesos por accidentes cerebrovasculares.
Dentro de las muchas opciones que se tienen para incluir en las diferentes comidas están los tomates, los cuales son considerados una fruta, a pesar de que normalmente se utilizan como un vegetal para agregar a las ensaladas y en diversas preparaciones culinarias.
Esta fruta le aporta al organismo propiedades diuréticas, antiinflamatorias y antioxidantes, que ayudan a prevenir el desarrollo de enfermedades, como cáncer de próstata, infarto de miocardio y osteoporosis, entre muchas otras, según información del portal de bienestar Tua Saúde.
Favorece la circulación sanguínea
Los tomates son un alimento fuente de hierro, un mineral muy saludable para el buen estado de la sangre, así como vitamina K que ayuda a controlar la coagulación. De esta manea el tomate ayuda a prevenir el desarrollo de enfermedades cardiovasculares.
Científicos de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) investigaron la eficacia de tomar diariamente una píldora de 7 miligramos (equivalente a dos tomates y medio) en el tratamiento de afecciones cardíacas. Según información del portal Cuerpo Mente, el análisis encontró que el licopeno, un compuesto de esta fruta que se encarga de darle su característico color, mejora notablemente la flexibilidad de los vasos sanguíneos.
“La investigación confirmó los resultados de estudios anteriores, como el de la Universidad del Este (Finlandia), que había seguido la evolución de mil hombres de 46 a 65 años durante 12 años y había hallado que aquellos con niveles más altos de licopeno en la sangre tenían un 60 % menos de riesgo de sufrir un infarto”, precisa el mencionado sitio web.
Bueno para la digestión
El consumo regular de tomates ayuda aporta para evitar tanto el estreñimiento como la diarrea. La fibra que contienen estimula el movimiento peristáltico de los músculos digestivos y también la liberación de los jugos gástricos. En un estudio publicado en Canadian Medical Association Journal se sugiere que los tomates tienen un efecto protector sobre el tracto digestivo, asegura una publicación de la revista Mejor con Salud.
Aliado de la piel
Al ser rico en licopeno, un antioxidante más potente que la vitamina E, este alimento actúa protegiendo las células de la piel contra la oxidación de los radicales libres, de esta manera esta fruta ayuda a retrasar el envejecimiento prematuro. Adicionalmente, al ser una importante fuente de vitamina C, favorece la síntesis de colágeno, previniendo la formación de arrugas, además de mejorar los procesos de cicatrización, precisa Tua Saúde.
Otros beneficios
Otra de las bondades que se le atribuyen al tomate es que tiene efectos diuréticos. Esta fruta es fuente de potasio y bajos niveles de sodio, por lo que ayuda a prevenir la retención de líquidos y favorece la eliminación de toxinas, precisa un artículo publicado en el diario La Vanguardia, de España.
Debido a su contenido de vitamina C y antioxidantes, como los polifenoles, el consumo de tomates también es favorable para fortalecer las defensas naturales del organismo debido a que combaten los radicales libres, que en exceso, favorecen la aparición de ciertas enfermedades, como diferentes tipos de cáncer.
Por último, la vitamina A, presente en los tomates, ayuda a cuidar la visión, de acuerdo con información publicada en Community Eye Health Journal, según cita Mejor con Salud, en una publicación escrita por Valeria Sabater. Asimismo, este nutriente es adecuado para prevenir la degeneración macular.