El colesterol es una sustancia cerosa que el cuerpo necesita para llevar a cabo funciones vitales dentro del mismo, entre las que se destacan: crear hormonas, vitamina D y células. El mismo organismo se encarga de producir la cantidad que necesita de dicha sustancia para las tareas requeridas.
Sin embargo, la cantidad de este lípido puede aumentar de manera desacelerada por dos razones. Una es por factores genéticos, hereditarios u hormonales, es decir, algunos pacientes gracias a determinados desequilibrios hacen que su cuerpo produzca más colesterol del que se necesita.
Por otro lado, los pacientes que abusan de la ingesta de alimentos y productos ultraprocesados y cargados de grasa aumentarán sus niveles de colesterol en la sangre. Cuando esto sucede al cuerpo se le hace imposible hacer uso de toda esa cantidad, razón por la que empieza a adherirse a las paredes de las arterias impidiendo que el líquido rojo y el oxígeno llegue de manera óptima a órganos como el corazón o el cerebro, lo que podría detonar en un infarto o ataque cerebral.
Esta enfermedad se suele diagnosticar con frecuencia en pacientes de avanzada edad o que ya han llegado a la etapa del envejecimiento, sin embargo, cada vez se hace más frecuente en pacientes jóvenes gracias a sus malos hábitos alimenticios y a su sedentarismo.
Para evitar este y otros padecimientos, lo mejor siempre será la prevención. La idea es llevar un plan de alimentación sano y equilibrado que contenga alimentos de todos los grupos (proteínas, carbohidratos en su estado natural, frutas, verduras, grasas saludables y frutos secos), en las cantidades adecuadas para cada paciente.
También es pertinente practicar algún deporte o realizar actividad física con frecuencia, la idea es hacerlo como mínimo cinco días a la semana durante 30 minutos consecutivos. Además de comer bien y hacer ejercicio es pertinente limitar los episodios de estrés a los que se está expuesto a diario y a su vez dormir el número de horas adecuadas durante la noche, según la edad de cada paciente.
El Clarín en su sección de salud y cuidado personal menciona un superalimento que pocos conocen y que podría prevenir el colesterol y el envejecimiento prematuro. El medio menciona que hay alimentos que pueden generar un empujón adicional en medio de la lucha por prolongar el tiempo de vida y por prevenir un sinfín de enfermedades.
El superalimento que se quiere destacar es el yacón. Este tubérculo se cosecha por lo general en climas cálidos, es de textura crujiente y tiene un sabor muy agradable. Las raíces y las hojas de este producto son comestibles y se puede consumir tanto crudo como cocinado.
Las hojas por lo general son empleadas para preparar una infusión. También se suele preparar jugo de yacón o comer el alimento como si fuese una manzana. La Facultad de Agronomía de la Universidad de Ibaraki (Japón) se ha dedicado a estudiar y dar a conocer las propiedades nutricionales con las que cuenta dicho producto.
Las raíces de yacón contienen algo que se le conoce como compuestos fenólicos, estos son considerados componentes antioxidantes, por ende pueden combatir los radicales libres que quieren atacar a las células previniendo y luchando a su vez con el envejecimiento prematuro.
El alimento también es recomendado para que se ingiera en pacientes que han sido diagnosticados con niveles de colesterol elevado o que quieren prevenir que los niveles de esta sustancia se eleven. Este alimento reduce los niveles de colesterol malo en la sangre mientras aumenta los buenos. Es pertinente recordar que la ingesta de este producto no reemplaza la medicación del profesional de la salud ni sus recomendaciones.