Las hierbas son elementos de origen vegetal que, desde años ancestrales, los seres humanos han utilizado. ¿La razón? Pues bien, esto se debe a las propiedades medicinales que las plantas acumulan, las cuales ayudan a prevenir y combatir diferentes tipos de enfermedades. Su uso en la actualidad no se detiene, incluso, cada vez se hacen más populares.
Por lo general, las hierbas o plantas medicinales se preparan y consumen en infusión. Además, algunas de ellas también se pueden utilizar por vía tópica. Existen muchos tipos de estos elementos; los más comunes son el tomillo, la savia, el laurel, el hinojo, el diente de león, la cola de caballo, el eucalipto, la menta, la lavanda y la manzanilla.
Precisamente, sobre la manzanilla se hará hincapié. “La manzanilla es una planta con florecillas de blancos pétalos, parecidas a las margaritas, que se utiliza sobre todo con fines medicinales y terapéuticos. Su nombre se debe a que su aroma recuerda al de una manzana. La variedad de usos que se puede dar a esta hierba la convierte en un remedio natural indispensable”, explica el sitio web del Gobierno de México.
“La manzanilla, quizá la más popular de todas las plantas medicinales, es una hierba perenne de tallo erguido y ramificado, con pocas hojas muy divididas. En la parte superior del tallo aparecen cabezuelas aisladas, con un receptáculo abombado y hueco. Sus flores tienen un disco central dorado y pétalos blancos. Las hojas saben a hierba y son aromáticas; las flores son un poco amargas y despiden el característico olor a manzanilla”, agrega el portal.
La manzanilla, más allá de ser una de las hierbas medicinales más conocidas, también es de las más saludables que existen. De hecho, uno de sus grandes beneficios es que favorece a la piel de gran manera, eliminando las arrugas y mejorando su estado, como popularmente se dice, como porcelana.
“La manzanilla es una planta que contiene vitaminas E y B, además de minerales como el calcio, magnesio, fósforo y potasio, por eso, resulta ser un excelente limpiador natural que a la vez ayuda a tonificar, suavizar, equilibrar el pH de la piel, además de disminuir la apariencia de los poros, eliminar arrugas y manchas”, afirma la plataforma digital Panorama Web.
Por ejemplo, para usar la manzanilla con el fin de beneficiar la piel, esta se puede combinar con el anís. Se debe poner una pizca de anís junto con una bolsita de té de manzanilla para masajear el rostro; estos ingredientes, unidos, rejuvenecen y regeneran la piel, entregando un aspecto joven y sin arrugas.
Beneficios del té de manzanilla
El portal portugués Tua Saúde resalta más beneficios de la manzanilla. Estos son:
1. Mejora el sueño. “La manzanilla posee propiedades calmantes y relajantes, debido a que posee un tipo de flavonoide llamado apigenina, un compuesto bioactivo que actúa en el sistema nervioso central promoviendo un efecto tranquilizante y sedativo, mejorando la calidad del sueño”, indica.
2. Alivia problemas estomacales. La manzanilla es una hierba medicinal que contiene propiedades digestivas y antiinflamatorias. Por esto, tiene la capacidad de prevenir y aliviar problemas estomacales como, por ejemplo; los cólicos abdominales, acidez, náuseas, mareos y gases.
3. Previene enfermedades cardiovasculares. “El té de manzanilla es rico en luteina, quercetina y esculetina, antioxidantes que evitan la oxidación de las células de grasa, ayudando a equilibrar los niveles de colesterol total y colesterol llamado malo o LDL en la sangre, previniendo así el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, como infarto de miocardio o derrame cerebrovascular”, concluye.