El estreñimiento es una afección que se presenta cuando los desechos o las heces se mueven con demasiada lentitud a través del tracto digestivo o no pueden eliminarse de manera correcta del cuerpo, lo que hace que se sequen, endurezcan y acumulen en el recto.
De acuerdo con los expertos, no se trata de una enfermedad, sino de una condición, en la que la frecuencia de deposiciones es inferior a tres veces por semana. El instituto de investigación Mayo Clinic indica que, aunque el estreñimiento ocasional, es muy común que algunas personas lo experimenten de manera crónica y puede interferir en su capacidad de llevar una vida normal en el día a día.
Los principales síntomas del estreñimiento son los siguientes:
- Defecar menos de tres veces por semana.
- Tener heces grumosas o duras.
- Hacer esfuerzo para defecar.
- Sentir como si se tuviera una obstrucción en el recto que evita que la persona pueda defecar.
- Sentir como si no pudiera vaciar completamente el recto.
La alimentación cumple un papel determinante para mejorar la digestión y el tránsito intestinal y, de esta forma, evitar el estreñimiento. Consumir suficiente cantidad de fibra, verduras, frutas y cereales integrales es clave para que el sistema digestivo funcione bien.
Como el estreñimiento es una enfermedad tan común en Colombia y en diferentes partes del mundo, son muchos los alimentos que se consumen para combatirlo y eliminar las heces acumuladas. La avena es uno de los mejores productos para expulsar la materia fecal y acabar con el trastorno, esto porque es rica en fibra, sustancia que estimula el movimiento intestinal.
En este sentido, cabe mencionar que es ideal escoger y consumir la avena lo más natural posible. El portal El Español marca el paso a paso de la forma en que se debe preparar y consumir la avena para expulsar las heces y combatir el estreñimiento.
- “Si la avena es completamente natural, se deberá poner en remojo la noche anterior para reducir el tiempo de cocinado. Si, por el contrario, si la avena está en hojuelas, este paso no será necesario, pues ya están precocidas”.
- Colocar en una olla cuatro tazas de agua, leche y calentar a fuego lento.
- Luego se debe agregar una pizca de sal y bajar el fuego al mínimo, removiendo de forma constante para que la avena se cocine de manera homogénea. Es importante evitar que se formen grumos.
- Posteriormente, se debe dejar que la preparación se cocine entre 20 y 30 minutos.
- Después, es necesario remover sin parar para impedir que la avena se agarre al fondo, aunque el fuego esté bajo.
- Cuando pase este tiempo, se debe apartar la olla del fuego y ya se podrá consumirla. Si su sabor no es agradable, se puede utilizar un poco de miel o canela, pero es fundamental evitar los azúcares y otros edulcorantes.