El colesterol y el azúcar o glucosa son dos sustancias determinantes para el buen funcionamiento del organismo. En niveles adecuados, estos componentes cumplen con diferentes tareas clave para que el cuerpo se mantenga en buena condición, pero cuando se elevan pueden ocasionar serias complicaciones de salud y afectar órganos como el corazón.

El instituto de investigación Mayo Clinic define el colesterol como una sustancia cerosa que el cuerpo requiere para formar células sanas, pero en valores altos puede aumentar el riesgo de sufrir una enfermedad cardíaca. Con este componente elevado es posible que se formen depósitos grasos en los vasos sanguíneos, afectando la libre circulación de la sangre.

La glucosa, por su parte, es la principal fuente de energía del cuerpo. Proviene de los alimentos que la persona consume. La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos explica que el organismo descompone la mayor parte de esos productos y los convierte en azúcar que luego libera en el torrente sanguíneo. Cuando la glucosa sube, le indica al páncreas que libere insulina, una hormona que ayuda a que esta sustancia entre en las células para ser utilizada como energía.

La OMS recomienda incluir las almendras en la alimentación diaria. | Foto: Copyright Dazeley

Dada la importancia de estas dos sustancias es clave mantenerlas en valores deseados y para ello la alimentación es determinante. Los expertos recomiendan la ingesta de al menos cinco porciones de frutas y verduras al día, proteínas magras, cereales integrales y mucha hidratación. Esto debe ir acompañado de la práctica regular de actividad física.

En el marco de esa dieta saludable hay alimentos que son clave para el control tanto del colesterol como de la glucosa y en la lista de opciones se encuentran los frutos secos. Uno de los más recomendados es la almendra.

Estos alimentos son ricos en antioxidantes, como taninos, flavonoides y vitamina E, por lo que ayudan a combatir el exceso de radicales libres en el organismo y previenen el surgimiento de diversas enfermedades. Además, son fuente de fibras, proteínas y grasas saludables.

Las almendras son ricas en grasas monoinsaturadas. | Foto: Getty Images

El portal Gastrolab de México indica que este fruto destaca por su aporte de vitaminas B1, B2, B3, B5, B6, B9, E y A, colina caroteno, polifenoles, y minerales esenciales como calcio, hierro, magnesio, fósforo, potasio, sodio, zinc, cobre, manganeso y selenio.

Almendras para regular el colesterol

El sitio web de salud Tua Saúde indica que las almendras tienen buenas cantidades de omega-3, 6 y 9, que son grasas saludables con acción antiinflamatoria, que promueven la reducción de los niveles de colesterol LDL, conocido como malo, ayudando a prevenir enfermedades cardiovasculares como infarto, angina y derrame, entre otras afecciones relacionadas con el corazón.

Además, las almendras también son ricas en antioxidantes que evitan la oxidación de las células grasas, ayudando a equilibrar los niveles de estos lípidos, así como de los triglicéridos en la sangre.

En esta línea, el portal Cuerpo Mente asegura que las grasas no saturadas de la almendra constituyen un verdadero bálsamo para el corazón, especialmente sus ácidos grasos monoinsaturados, que son los que más abundan en su composición.

Las almendras aportan una buena cantidad de fibra al organismo. | Foto: Getty Images

Este sitio web refiere un ensayo en el que se hizo consumir a voluntarios unos 42 gramos de almendras al día y al cabo de tres meses se pudo constatar que la mayor parte había tenido una importante reducción de los niveles de proteína C reactiva en sangre, un marcador de la inflamación que cuando es elevado se relaciona con un mayor riesgo de sufrir enfermedades cardíacas.

Control de la glucosa

En la lista de sus aportes para la salud también está que ayuda a controlar los niveles de azúcar en la sangre. Esto se debe a que son alimentos ricos en fibras, lo que ayuda a ralentizar la absorción de azúcar y a equilibrar los niveles de glucosa en la sangre, favoreciendo el control de la diabetes.

De igual forma, por ser una fuente importante de compuestos antioxidantes, como flavonoides y taninos, las almendras también mantienen la salud de las células del páncreas, responsables de la producción de la hormona insulina, previniendo la resistencia del organismo a la misma y evitando el desarrollo de diabetes.